| El, el hijo mayor de un hombre enérgico y atrevido que dejo a su raza por venir a México  para hacer, familia y patria en esta tierra, tierra que te enseño a trabajar con esas manos fuertes y ásperas con las que ahora dulcemente acaricias a tu nietos y de una señora de pueblo admirable para aquellos que la conocieron. Ella, la hija menor de un hombre honesto y justo adelantado a su época y de una señora de ideas rancias y no por eso menos admirable, herencia que dejaron en ti.
 Ellos, Jorge y Magdalena, dos jóvenes habitantes de pueblos vecinos del estado de Michoacán  un día coinciden y deciden casarse después de solo tres meses de trato, en un frío sábado de invierno  como hoy.
 Eso hace cincuenta años. Medio siglo.
 Sacando cuentas eso es 18262 días, seiscientos meses meses, 2608 semanas, y dicho de otra forma y si habláramos de cuestiones de historia durante este tiempo han pasado seis papas por el vaticano; conflictos en Vietnam, Medio Oriente, Las Malvinas, eso sin contar la caída  del comunismo y del muro de Berlín.
 ¿Se dice rápido no?
 En todo este tiempo en el que  hombre ya llego a la luna ustedes han logrado hacer un universo, siete satélites  y casi una docena galaxias, encontraron rosas en el mar y siguen juntos y aquí. Esa luna  que han visto muchas veces juntos, recuerdas papá cuantas veces te toco ver una lluvia de estrellas cuando ibas camino a Tuxpan?
 Recuerdas mamá cuantas veces  te quedaste viendo el cielo  pidiéndole a Dios que cuidara a mi padre en el trayecto a Tuxpan o a Ixtapan?
 Hoy viendo la iglesia llena de flores como esas que tantos años tus manos cortaron y gracias a ellas nunca falto ni tortillas y frijoles en tu mesa.
 Doy gracias a Dios por dejarme ver que es verdad eso en lo que creo “EL AMOR EXISTE” y si este mundo sigue dando vueltas es por que aun hay locos  que se aman, como ustedes.
 Todo este tiempo y las cosas que han vivido juntos más las que me ha tocado vivir con ustedes son las que hace que aunque a veces  se me haga difícil cargar el equipaje y mantenerme fuerte  tomare de ti  Padre  el coraje y  viviré Madre todo a pulmón para continuar como ustedes y como hasta hoy alejada de la trampa y la prostitución defendiendo mi loca idea de que el amor existe y tan existe que aquí estamos aunque ni somos todos los que estamos ni estamos todo los que somos, igual, la vida sigue.
 Los amo.
 
 
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