No me viste partir (supongo que si)
sin remedio, me fui.
Nos afecta el mal, quisiste decir.
Tiré el ancla, lejos de ti, la luna vi,
me encontró el amanecer, y el mar,
contemplando la sal, borrando el dolor.
Es un problema nada mas,
en cuanto a lo demás,
ya pasará, tu presente, con mi suerte,
tan valiente, siempre en mi mente.
En la oscuridad te vistes de negro,
y el espejo deforma tu figura,
quieres bondad del tiempo.
El humor no siempre se va,
incansable, por la senda del miedo.
Abres la cicatriz del tiempo con delicadeza en tu cuerpo,
mientras sigo aquí.
Y hubo tentacion de amarrarse a tiempo, de soltarse...
no fue así, se palpita libertad, y sonríes deliciosamente.
Gotas cubren tu andar, fastidio hostil de luna clara,
noche con pasos de agua, se despeina tu melena mojada.
Ahora se derrite la luna, anclada en la altura,
en tu boca se destiñe mi corazón herido.
La tristeza no desapareció de tu nido,
así como llegaste te habras ido,
detrás de una loca ilusión,
ya sin dolor, llueve sangre sobre el mar. |