La vida nos sorprende y la muerte también, a mi la vida me ha sorprendido siempre, desde los primeros años de mi historia, pero nunca como me sorprendió esa tarde, justo cuando casi se pone el sol, ese día sorprendida me llene de euforia y desconcierto.
Hacía ya mucho tiempo que te buscaba, que te imaginaba, te había amado toda la vida, desde antes de conocerte, en parte no eras tú, eras la promesa de ti, pero muy dentro de mí sabía que llegarías a su tiempo, y así fue. Verte para mi fue magia y privilegio; de eso ya hace algún tiempo, pero aún hoy sigo pensando, recreando por horas ese momento inolvidable lacrado con fuego en mi corazón.
Estar a tu lado no ha sido fácil, de todas las empresas que he llevado a cabo en mi vida esta me sigue costando trabajo, por que tienes tanto que enseñarme y hay tan poco tiempo, por que los días son tan extraordinariamente cortos que quisiera tener un reloj con más horas, por que todos los días se hace tarde y al final me falta tiempo para dejar menos pendientes y para ser más tu compañía.
Estar a tu lado siempre me hace fuerte, me has ayudado a encontrar el rumbo de mis pasos y a amar las pequeñas cosas, esas tan de cada día, que parecen insignificantes pero que de la nada te arrancan una sonrisa que te sabe hasta el día siguiente, contigo descubrí lo sublime que puede ser un beso y lo lejos que te puede llevar una caricia, y supe del infinito placer de sentir tu cabeza durmiendo sobre mi pecho y de lo amargo del llanto cuando de tus ojos escurrió una gota que se alojó por siempre en el nacimiento de mis senos, conocí lo impetuoso de tus manos y lo débil de las mías cuando juegas sutilmente con el lunar de mi rodilla, aprendí sobre el sabor de los colores cuando tus rosados labios recorren mis mejillas, aprendí a reconocer mis palabras a través de las tuyas, y supe por primera vez en mi vida que jamás podría compararte con nadie por que la poesía no se puede comparar.
Supe pues, que tú y yo somos destino, y entonces quise cocer pedazos de mi vida y de mi alma a tu espalda y convertir los sueños y las ilusiones en plumas para formar las alas más fuertes y grandiosas para ese día no muy lejano en que te marcharas, a seguir tu propio rumbo a luchar tus propias batallas.
La vida tiene de todo, y la muerte aún no lo sé, pero el día que toque mi partida quiero que sepas que has hecho mi vida maravillosa en las cosas que me enseñaste, en los sueños que me diste, por que a nadie más que a mi me habrán llenado de gloria tus triunfos y a nadie como a mi me dolerán tus derrotas, por que nunca como hoy quisiera ser como esa gitana que con influjos mágicos puede adivinar el futuro para saber a que molinos de viento te enfrentaras y con poción mágica convertirme en escudo; para evitar que aún el viento pueda lastimar lo ingenuo de tu alma.
Por que Dios nos regala la vida y la muerte también, y a mi me regalo tu presencia y tu sonrisa, y me regalo tu mirada tan profunda y tan valiente, esa que me domina y que me obliga a ser mejor persona cada día, y me regaló tu voz tan melodiosa y tan firme que me hace saber que cada decisión que tome formará a la persona que vas a ser; y me dio el milagro de que entre tantas “tu” me hayas elegido…
…Para ti mi gran amor, mi pequeño, mi gigante, mi locura, mi delirio, mi mejor rama de olivo, mi añoranza más presente, mi pirata de la luz de la mañana, para ti cariño mío, mi pequeño tan gigante, mi maravilloso HIJO.
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