Muestra su imagen en claroscuros, como un rumor de lirios silvestres que mecen sus pétalos a ras del suelo; Cecilia repite una y otra vez que no es una flor, tal vez florece como ellas y rinde su ondulado cabello a sus amores imposibles; Silenciosa, observadora, voraz de curiosidad por la vida... La ventana del fondo proyecta una luz tenue que no deja vislumbrar su alma altanera; Cecilia sonríe con levedad y oculta su otro yo, bella, como lirios en primavera.
Texto agregado el 15-02-2008, y leído por 298 visitantes. (7 votos)