La espesa oscuridad ha sido el preámbulo
de esta llovizna encapsulada.
Es el momento de morder raíces ausentes al nervio,
el deseo de buscar se ha reducido a una bodega de velas pálidas,
¿qué lágrima será capaz de mostrar el verdadero camino hacía el dolor?
Ahora las fisuras del rostro son desarmables,
la violencia de los huracanes será arrojada hacía mi.
Murió un silencio, entre alcohol y cenizas
Texto agregado el 15-02-2008, y leído por 111
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Lectores Opinan
15-02-2008
está bueno! onaleb
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