Anteojos
Están a punto de dar las doce y yo sigo aquí sentado intentando poner algo bueno en esta hoja vacía.
Tal vez si me duerma un rato recobre la lucidez de hace unos años , tal vez si duermo un poco el polvo se desvanezca de estas neuronas oxidadas ya a mis sesenta años de servicio a mis vicios. No hay nada peor que mirar una hoja vacía y no tener idea de que escribir en ella , me párese que fue hace unos días cuando yo era joven y podía pasármela el día entero escribiendo , pero ahora es diferente, al parecer me he estancado y no es por falta de ingenio , que va, pero al mirar la hoja ensartada en mi maquina , tan triste, tan fría, tan llena de nada, me pareciera la sombra de una replica hiriente de mis manos fatigadas.
Los años pasan desgraciadamente y este cuerpo a cobrado la factura de mis excesos , de mis desveladas , de mis “aventuras”, las cuales he gastado en tantas platicas de cantina ,que no me dan ganas de plasmarlas en una hojita, tal vez soy un poco egoísta.
Aborrezco el silencio sepulcral de mi cuarto, debe ser la falta de costumbre a meditar, me duele la cabeza , mis manos arrugadas sostienen el ultimo cigarrillo, el bullicio de la calle me cala y taladra mis pensamientos sumidos en la resignación de no saber que carajos poner en esta hoja.
Ya son la doce y media.
Alguien me dijo alguna ves, que caminar ayuda a desbloquear la mente pero no es una opción para un viejo seco de palabras. La resignación de mirarme en el espejo de esta hoja se hace cada vez mas fuerte e insoportable, y esque , si solo tuviera algo que escribir que me satisfaga , pero los engranes de mi mente parecen negarse rotundamente, y es ahí cuando la fatiga se hace mayor .
No quiero dormir, pareciera que las manecillas de reloj se burlan de mi , y no las culpo depuse de haber malgastado tanto tiempo en cosas sin importancia , por que al fin y al cabo termine un día mas sin una solo letra escrita en esta hoja que me mira con rencor , como un pupilo decepcionado de su maestro.
Tal vez mañana me levante con ánimos de salir a caminar, espabilar, y regresar aquí para sentarme en esta silla frente a mi resentida amiga (la hoja) y escribir algo lo suficientemente bueno como para comer decentemente, además , se me terminaron los cigarrillos.
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