No soy yo quien te escribe,
sino quien te dibuja
en un margen de mi mente.
No soy yo quien te añora
sino quien te desea
con cada día de espera.
No soy yo quien te quiere,
porque no puedo querer
más de lo que ya te quiero.
¡Hace años que dejé
de ser yo!, el yo
que no conociste
y el que con tus labios
cambiaste;
y ya no seré el mismo,
porque con cada mirada
me mutas
y con cada roce
me transformas
a tu voluntad,
porque ya no me pertenezco,
porque no me reconozco,
aunque frente al espejo
siga viendo al mismo
desaliñado diablo
que no conociste
y que espero,
no pierdas el deseo
de conocer...
Texto agregado el 14-02-2008, y leído por 108
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