Escrito el 09 de Febrero de 2005

Me he dividido en dos partes tan distintas.
Una es seria, reposada. Dueña de si misma.
La otra es alegre, Solo vive el momento,
y ha cambiado la mente por el corazón;
reviviendo la pasión y el sufrimiento de celos,
convertidos en cenizas y enterrados;
que afloran y estremecen el cuerpo.
En lejanas agonías de los veinte años.

Dos extremos están en mí como tatuados
Uno es serio y reposado que, cualquiera,
mujer quisiera para estar a su lado.
También me siento tocado con juvenil ímpetu,
por el sentimiento de ser amado,
por mi hermoso desvarío
que me arrastra por locos senderos
y mi deseo de arrancar lejos muy lejos.

Me desgarro la piel y mi mente me suplica.
Ven...ven...Se el que siempre has sido.
El explorador del pensamiento. Aquel soñador,
creador de mundos y del paraíso.
El que esperaría la muerte de pie y en silencio.
Ese que no daría cuartel
Ni suplicaría el perdón del cielo.

Ambas tiran de mí en desigual sentido.
Una espía mis reacciones y sentimientos.
La otra, me ofrece el cielo y su amor.
La mente aguarda que yo tome una decisión
Ese pensamiento destroza mi alma enfebrecida.
Y así busco refugio en las palabras de cariño,
ofrecido con tanto calor y sentimiento.
Por mi alegría
Por Dios, como quisiera ser Salomón,
para dividirme yo mismo y así entregar,
a las dos una mitad de mi corazón.

Mírate, y ve en lo que te has convertido.
¿Dónde está ese orgullo de hidalgo pobre?
Si tiemblas ante el solo pensamiento
que tu amada se eche a volar en raudo vuelo
y con risa burlona, mirándote al rostro
te diga: Perdona hombre...más paso ya tu momento
Ahora otro calienta mi lecho
Y quedes convertido en guiñapo
como un muñeco de titiritero
abandonado en un rincón por viejo.

Despierta de ese suave sueño dice mi mente
Mira fuera de la ventana
Ahoga ese torrente de ilusiones
y contémplate en el espejo
Ese no miente, no juega con los corazones
Es cruel, despiadado, pero certero
Te mostrará el verdadero camino
hacia el silencio de tu alma.

Mente cruel ahogas mi alma en negros pensamientos
¿Acaso por existir, el deseo de vivir no siento,
¿No vibra estremecido mi cuerpo?
¿No siento fluir mi sangre en alborotado torrente?
Solo con recibir de ella un cálido beso,
y una caricia en mi afiebrada frente?
¿Debo destrozar ese mundo armado en secreto?
Más tienes razón....Yo me apago
Ella recién extiende sus alas al viento.

Abriré mi engarrotada mano,
para que la mariposa salte al cielo
y descubra el secreto del amor más sereno
De bellos amaneceres al lado de su amado.
Yo me hundiré en negro silencio,
desapareciendo con las estrellas del cielo.
Volveré a ser el hidalgo pobre, de añejo orgullo
soñando con distantes mundos
y creando un paraíso para su descanso eterno

Nomade...¿Si abriera la mano cuantas mariposas saldrian volando?.....