La escalera horizontal.
La escalera es interminable, afirmaron tiempo atrás, quienes se aventuraron a subir por ella, y yo desconfío de sus palabras. Es probable que lo digan porque no han llegado al último escalón. Allí aguardan, haciendo fila, uno tras otro, deseosos de subir, y los más ágiles suben de dos en dos, de tres en tres, y maniobran para no caerse, jugando con naranjas entre sus manos, pero poco les vale el esfuerzo. Los mas lentos, y calmos, suben despacio, observando el panorama. El mismo peso de sus cuerpos inclina la escalera, como si estuviera en el espacio exterior, y el mundo la sostuviera debajo. Si, el mundo es una pelota de fútbol con forma de naranja, y arriba colocada en posición horizontal está la escalera, en cada extremo de la misma, hay alguien haciendo equilibrio, como un subibaja que se balancea en la balanza estelar de la vida. Por supuesto esto se vio alterado porque muchos equilibristas que poblaron la escalera inevitablemente se cayeron al abismo del cielo. ¿Donde conduce la escalera? Al infierno dicen, se creía que al cielo, pero se equivocaron. Hay quienes sostienen que alguien logró llegar hasta el final de la escalera, al último peldaño, cuando se la veía vertical, y quedó decepcionado. Tal vez esperaba que la escalera fuese interminable, o tal vez encontrar algo, lo cierto es que no había nada. Entonces tenía que volver a descender, el inconveniente fue que la escalera se inclinó súbitamente y como una catapulta en plena acción, lo arrojó desde Marte muy lejos atrás en el tiempo, al año 12000000000 antes de Cristo, donde no existía ni cielo, ni infierno, ni Dios, ni Diablo. Y el otro, habitante de Neptuno, volvió a su hogar, al año 2500, quizás fue al revés. Recordó, eso sí, que se habían inventado los ascensores, y el otro, desde aquel año hasta Neptuno, y el otro que viaja, quizás a otro planeta. Algunos historiadores tratan de explicarlo, aunque es mitológico, del siguiente modo: lo que viajó al pasado fue la memoria, eso no explica la incógnita del futuro, mientras la voluntad, permanece en el presente.
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