Inicio / Cuenteros Locales / larsencito / La mano del muerto
Yo lo vi, lo vi todo y puedo jurar sobre un montón de Biblias que lo de la novela es cierto al cien por cien. Aunque pueda parecer extraño un tipo como Bill, con un buen capital de enemigos, estaba jugando al poker de espaldas a la puerta. Es cierto. Después entró el tipo vestido de negro de arriba abajo como una exhalación y, sin mediar palabra alguna, le descerrajó dos tiros por la espalda. El juez tardó en llegar aún unas horas, pero para compensar luego en un santiamén certificó que la muerte, casi con toda seguridad, era debida a los dos nuevos orificios en la espalda de Bill. Arrancó como pudo los naipes de la mano rígida. Dobles de ases ochos –dijó en voz alta el juez enseñándonos a todos los naipes-. El pobre creía que estaba teniendo suerte. Y una risa heladora, pero no heladora porque quede bien decirlo, una risa que te dejaba frío, muy frío.
Así que ya le digo que todo lo que dice Stewart Edgard en su libro es cierto al cien por cien. El pobre Steward escribió lo que vio. Si hay que buscar un culpable de que la historia sea inverosímil y esté tan acartonada, ese es Bill. Llevaba mucho tiempo convencido de que vivía en un western.
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Texto agregado el 13-02-2008, y leído por 379
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