La muerte de una agonía
Algo que parecía pequeño, nunca le fue insignificante, acabo con su sonrisa, desfiguro su semblante, con un corazón endurecido se desvaneció como la arena, misterioso, se encerró en lo que parecía una tumba y se cubrió de oscuridad. Solitario, meditó en no seguir adelante, la mañana no existía tampoco la tarde, tarareaba melodías, algunas, que su mente había grabado, otras, que de la nada salían para matar la agonía de un casi muerto horripilante,… aunque a veces … solo dormía.
Por temor a la verdad, se halló muy expectante de algo que si no se diera mataría fulminante lo que aun queda de su fisonomía, abatida por cobarde.
Siempre hay algo que nos cambia, ¡Siempre!, hay algo………..
Por algo llora una madre, por algo maltrata un padre, por algo cualquiera se esconde, por algo una niña sonríe, por algo se pierde, por algo se gana, por algo la luna sale……algo con apariencia de pequeño, nunca será insignificante.
De pronto un caminante, un clandestino cazador, recorría las veredas fortalecido en el dolor, advirtió la tormenta, por la fuerza del viento, por el color de las nubes, por la viscosidad del tiempo, aligeró los pasos, apetecía llegar al lugar del acomodo, señalado de algún modo por sus agudos sentidos. Sin embargo,… se detuvo, descubrió un susurro o quizás un lamento? ….. la brisa lo traslado a las notas tristes arremolinadas en canturreos asfixiados, que solo él los comprendía. Su mirada le apunto a lo que el corazón le señaló, ¡la piedra! … cerrando la entrada oscura de un verdadero misterio, de donde salía la melodía que tarareaba en agonía un cautivo casi muerto.
El caminante clandestino con agilidad resuelta quito la pesada cubierta de un nicho salpicado de amargura, llanto y tristeza. Escudriñó y lo encontró ……ahí….¡ Si..ahí….estaba !, en el calvario, en el sufrimiento, un hombre atrapado en la culpa de un pasado tormentoso y con embrollados sentimientos.
¿Tienes bases sólidas en las que consigas confiar para resistir el vendaval si te saco del encierro?- Buena pregunta - le hizo el caminante al cautivo, con la intención de ofrecerle su mano fuerte y precisa que lo sacara de prisa de aquel aislamiento cruel. La tempestad se mitiga si se acepta con valor – respondió - deseo quitarme la culpa aunque viva con el error, en un traspié cualquiera cae pero que no sirva de excusa. Solo busco algo que con apariencia de pequeño nunca fue insignificante
Ese algo vive silencioso en los corazones de las personas, ese algo es más infinito que la nada, es más grande que todo, es más poderoso que la muerte,… Hay un algo dentro de nosotros, bello como el cielo, grande como el mar ese algo …es el amor. El amor, nunca será pequeño, ni será insignificante ¿Será que ponemos más empeño en competir por llegar más alto pero descuidamos nuestros fundamentos…descuidamos el amor?
El caminante cazador sintió en su interior un vació de terror, creyendo ser libertador ahora era libertado de la opresión del dolor. Cautivo y caminante, cautivo y cazador, entendieron que en la vida lo pequeño en apariencia nunca será insignificante, El ambiente se cambió, la tempestad se alejo, el azul del cielo era muy intenso, las nubes mas blancas. Su corazón se estremeció cuando brotaron destellantes las luces de la tarde que encendieron por contraste las flores de la pradera salpicadas con roció fresco y un aroma de amor y de perdón.
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