En la noche sonámbula
de una primavera eterna,
recuerda,en el último estante,
en un rincón olvidada,
la pequeña muñeca de porcelana china,
su vida inventada,
una vida en la otra orilla,
ribera de filantropía.
Modernos acordes acompañan su dicha
son ecos serenos de épocas pasadas.
Sonidos modernos le roban suspiros,
de tristes anhelos de caricias perdidas.
Tiene, la pequeña muñeca, párvula esperanza
de superar algún día,
abismo tan grande como el de Escila,
nadar con fuerza, si es necesario con perfidia,
alcanzar la energía, esencia de vida,
obtener el alma envuelta en hálito,
durante un segundo efímero,
durante un segundo eterno.
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