El día que Marcelo conoció a Paula fue en una reunión social, el asistió con su amigo a la espera de Paula y su hermana, su amigo se fue a bailar con Andrea la hermana de Paula, dejando a Marcelo y Paula a solas. La música sonaba a plenitud, pero entre ellos no existía la confianza suficiente para lanzarse a la pista de baile, faltaba el efecto de un poco mas de licor que lograra vencer la pena natural del ser humano, el temor los invadía a los dos. Ella para disimular bebía licor de una copa, de esta manera colocaba la barrera perfecta para no tener que bailar, puesto que sus manos se encontraban ocupadas, cuando termina el ultimo sorbo, seguía imaginariamente bebiendo de una copa vacía. En ese momento el pronuncio unas palabras que se quedarían gravadas en el cerebro de ellos: “ si la copa representa un obstáculo entre nosotros, pues apartemos la copa”. Aquellas palabras adquirieron un significado mas importante cuando años mas tarde, Marcelo le declara su amor y es que la respuesta de ella fue que tenia novio, pero en realidad nunca le dijo que no. Esa barrera no podía ser apartada como una simple copa, el ese día supo que debía dejar esas cosas en manos de Dios. Visito la iglesia, oro y se sintió con una gran paz espiritual. Meses mas tarde un encuentro producto del destino, permitió que estos dos seres iniciaran su recorrido en el camino de la felicidad, a través de ese maravilloso sentimiento que es el amor.