Incomprendida obsesión mía, mía en sombras de luna
Encuentro en tu paso, la cordura de las olas, de ti un mar tranquilo
Vivir el atardecer de un sol sangrando, de un alma errando
Caminar de noche escuchando si el miedo huele mis pasos.

Vas con la cabeza caída, y tu corona perdida
Si fuese un fantasma de niebla, te abrasaría la vista
para mostrarte el brillo de las almas, el carmesí oculto de las hojas
y el estupor asfixiante de las cosas vanas que me desesperan.

Mujer castaño, en ocasiones me pregunto, y me asusto
si iras como yo, en el mismo sendero A la vida siguiente,
después de que nuestra esencia, se guarde en un girasol de agua,
hasta cuando las luz nos empuje el aire, mas allá de las arterias.

Yo, que me la paso buscando cadenas de oxido y tristeza
Para atarme el corazón masoquista con fuerza y agallas
Mientras desfilan en marcha agónica mis lágrimas
Yo, tengo miedo de nacer otra vez enamorado de ti…

Estoy un tanto agitado como bruma oscilante
Ya ni un verso de células grises me contenta
Ni una sonata perfecta y nocturna me guarda
Nisquiera la esperanza de ti me levanta

No quiero terminar más frases de mis entrañas
Con interrogantes dolorosos arropando mi consciencia
No quiero de ti mas pesares que me hundan en la arena
Solo quiero tu amor enfermizo en una noche tan corta como una vida

Cuando decidas hablar tal vez ya estaré muerto
Y un frio nauseabundo me recorra las espina de huesos y deseos
Tal vez y por casualidad recuerdes uno de mis besos al ver mi cuerpo
y te preguntes si Dios podrá decirte cuanto te amo, y desde la muerte
Cuanto te observo en mi silencio.