Desde niña tuve un sueño, una ilusión, amanecer en un pueblito blanco a orillas del Mediterráneo, precisamente en Grecia..
Cuando nos conocimos te conté mi sueño y juntos proyectamos nuestro viaje, digo nuestro, porque comenzaste a vivir en esa fantasía proyectada de mi mente.
Te hablaba largas horas y te describía el lugar, sentíamos que estábamos allí.
Pero nuestra economía no nos permitía más que soñar. Nacieron nuestros hijos, crecieron, formaron sus familias que son parte de la nuestra, Marcela nos hizo abuelos, si éramos jóvenes abuelos y cuando salíamos con la pequeña parecíamos padres viejos. Jajajajjajaja....
Recuerdo aquel día, mes de mayo, más precisamente 9 de mayo diecisiete y treinta horas, llegaste de la oficina, me diste un beso como lo hacías habitualmente y te dirigiste al cuarto, pusiste el abrigo sobre la silla y te recostaste en la cama. Alarmada por tu comportamiento, pregunté
- Te sentís bien?, pasó algo?
- No, si, que se yo..-fue tu contestación
- No entiendo, no te sentís bien? Te pasó algo?-volví a interrogar- amor?
- Creo que necesitamos tomarnos un tiempo – la habitación me daba vueltas junto con tus palabras que no terminaba de armar, ni entender- me siento asfixiado, necesito aire.
- Que decis?, separarnos?-me largué a llorar
- No tontita – dijiste mientras me abrazabas con ternura - mi amor, no llores, hey!! Mumi necesitamos tomarnos un tiempo juntos, unas vacaciones!!!
- Vacaciones?, ahora?, donde?
- Vacaciones si!!! Ahora, nos merecemos unas vacaciones vos y yo, solos, sin hijos ni nietos, ni suegras, ni amigos....ni toda la parentela...vos y yo amor y adiviná donde?
- Mar del Plata?, Córdoba?
- Mmmm, No!!! Un poquito más lejos...
- Uruguay?
- Noooooo!!!! A un lugar soñado...
- Me doy Daniel, no sé, con que dinero?...
- Nos vamos a Grecia, mañana nos esperan para ver, si es posible tu itinerario,.
- Que? Estás loco!!! Me estás cargando...
- No mi amor!!! Nos vamos al Grecia!!!
Me levantó en sus brazos como cuando éramos jóvenes y comenzó a girar hasta que nos mareamos y caímos al suelo, reíamos, llorábamos sentíamos que tocábamos el cielo con las manos.
Yo tenía trazada mi ruta, los lugares a los que quería ir no eran típicamente turísticos, y Daniel se había contactado con un agente turístico que podía satisfacer mi soñado viaje, nuestro viaje, por que él formaba parte del proyecto desde el día que nos conocimos.
Recuerdo aquella mañana eran las siete nos despertó un ruido, un golpecito continuo y parejo, te levantaste, abriste las hojas de la ventana de madera que daban a un pequeño balcón, el sol inundó la habitación que era toda blanca, con techo abobedado, los muebles en madera rústicos el piso también...las cortinas se agitaron con el viento dándole un toque especial a ese momento, y el aire traía cánticos como un murmullo, un rezo. Hiciste un gesto para que fuera a tu lado, tomé tu mano y salimos al balcón, a lo lejos un hombre arreglando un techo,(el sonido del matillo era el ruido que nos despertó) de frente el mar, en todo su esplendor y los cánticos eran las voces de los monjes en los templos que se expandían con el viento.
Respiramos hondo y nos tragamos el paisaje en una bocanada de aire, nos miramos a los ojos y dijiste
- Estoy soñando?, nos morimos? Esto es el Paraíso?
- No estamos soñando amor, no estamos muertos, esto es el Paraíso.
Aún hoy cerramos los ojos y nos vuelve la imagen de aquel día, ya somos muy viejitos, nos tomamos de las manos y seguimos soñando con volver juntos al Paraíso.
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