En los mares y ríos caudalosos
Oía tu nombre susurrado por el viento
Perseguía las calles solo por describirte
Y en cada lento paso sentía tu mirada,
Olía tus palabras en cada palabra mía
¡oh! ¡Que tibias eran tus lágrimas!
Hubiera deseado morir en cada minuto tuyo.

Los árboles volaban para recibirme en el campo
Mientras tu, escribías con verde tinta mi historia
Yo, encriptaba todo con tus cabellos de luz
Todo era pureza en el entorno de las almas
Se acercaba el calafate para callar mi boca
Y la música emergía desde aquel eterno arroyo
¡Si habré caminado esas riberas en tu nombre!
Tu nombre en un árbol, tu sonrisa en el remolino
El canto sufrido de una gaviota en el mar
Todo era una tonta excusa para recordarte.

Me perdí una fría noche en mis tristes realidades
Intenté borrar tus térreas pupilas de mi alma
Busqué mi horizonte mas allá de donde podía ver
Y desde allí, quise que viniera esa estrella
Amor, jamás pude volar mas allá de tu morada
En cada racimo que comía, en cada piedra que pisaba
Estabas tú, como expectante y triunfante, sonriendo