Con los ojos cerrados y en completo silencio puedo sentir tu suave aroma, impregnado en cada flor.
Con la vista inmersa en la magia que esconde el cielo, puedo ver tu estrella en el día, allí junto al sol.

Es tal fácil quererte cuando estas lejos, más aun cuando estas cerca, llego casi a odiarte pues cuando estas lejos mi alma es poesía y fantasía, contrariamente al estar cerca es tal la euforia y la magia que despiertas en mí, que me duele el cuerpo y el alma.


Con los ojos cerrados y en perfecto silencio, siento tus labios que se posan sobre los míos, hurgando un misterio escondido.

Con la vista inmersa en tu dulce figura, entiendo que el dolor que me produces es tan solo una droga inagotable a la que cientos de poetas han llamado amor.