No sabía hacerlo. De verdad. Es difícil por escrito. Al menos nuevo… Llorar digo. Leí cómo hacerlo en las pepitas de una mermelada de tomate. Me senté en el bordillo de los sueños y seguí con mi dedo los dibujos que formaban a través del cristal del botecito. Y estuve un rato en mi mínima expresión. Física. Que otras facultades se iluminan con estos hechos. Luego guardé ambas cosas, bote y lágrimas, en el mismo lugar en que los encontré. Y a ti,… en mi torre. Que no figures a mil años alma… ……. está tan cerca, ... que volví saltando sobre un pié como los niños.
Texto agregado el 07-02-2008, y leído por 401 visitantes. (6 votos)