Me miraba.
Estaba sentado detrás del mostrador,
y me miraba con sus ojos gordos,
y con los mismos fijos en mis movimientos.
Yo mientras me hacia el idiota y la miraba a ella,
Observaba con cuidado sus delicádos movimientos,
Su elegancia para regalar palabras y labios felices
También ella me miraba,
pero no de la misma manera como solía mirar a los demás,
Me quemaban las dudas por saber porque,
y por guardar ese retrato fugaz en mi pensamiento
La indiscreción omitía jugadas,
lo obvio dejaba esa sensacion mundana,
y ya nada era especial,
ni las gracias, ni los cuidados
Al final de todo me ignoró en un vistazo,
y quedé como siempre,
igual que antes de verla,
con mi mundo a cuestas,
con mi vacio interno que sumaba soledades,
Y con sus ojos gordos,
que aún me miraban trás el mostrador. |