Latidos clandestinos
desafían el silencio
de una noche sin sombras.
Se repiten los síntomas.

En mi mente las ideas
vuelven a girar.
En el alma renace
el impulso de saltar.
Las luces brillan a lo lejos.

Palpitar de otra piel,
aventura a descubrir.
Deambular con un sentido,
intenciones sin callar.
Me deslizo en calma por tus ríos,
antesala a enfrentarme con tu mar.

El descanso es pasajero:
descubro que estoy vivo al respirar.

Labios resecos,
reviviendo en el sabor de una mirada.
La sed en tránsito al recuerdo.
Caricias liberadas de jirones del pasado,
es loco afán por conquistar.

Cómplice del viento,
te habito por completo,
hasta dejar mi alma satisfecha
de sonrisas luminosas.
Desafiando a la luna.
en el intento de sentir.

Conjurados los fantasmas
regresa el calor hasta los cuerpos.
Ilusión de no esperar por más.