| Dios        - Que te trae por aquí? Huelo a preguntas...
 Matilde   - Ante todo saludarte, como estás?, además sabes bien que siempre acudo a ti para que despejes mis dudas. Molesto al preguntarte?
 
 Dios        - Para nada, y disculpa mi  poca educación al no saludarte. Es que estoy con demasiadas cosas... ahora dime como estás tú?
 
 Matilde     - Muy bien, extrañándote. Sabés? Cuando pasan días sin que hablemos me falta algo.
 
 Dios         - Si yo también me acostumbré a tus preguntas, a tu vocesita chillona, a tu sonrisa....jajajajajajjaajj
 
 Matilde     - jajajajjajaj y eso? Como debo tomarlo? Es un halago? O extrañas el taladro de mi voz en tus oídos?...jajajajajajjaajj
 
 
 Dios         - Es un halago aunque pensándolo bien  jajajajjajaja bueno, basta de bromas que estoy demasiado ocupado. Y no hay tiempo para  la distracción porque se pierde el rebaño.
 
 Matilde      - Disculpa, pero tengo una preocupación y no es por mí, es de alguien a quien amo.
 
 Dios          - No des más vueltas mujer!!!, me vuelves loco!!! Vamos pregunta que ocurre?
 
 Matilde     - Tal vez hoy lo hayas escuchado, imploró una respuesta. Te la repito, por si acaso, tal vez se te escapó entre tanta y tanta queja...
 -Que haces Dios que no arreglas esta tierra – eso dijo mirando al cielo.
 
 Dios          - Aja...mmmmm si escuché, pero dulce entrometida no me diste lugar a la respuesta. Eso es lo que me gusta de ti, esa fe ciega, esa entrega,
 aunque a veces hija mía, no hace falta dar explicaciones. Quien soy yo para arreglar la tierra?, Si son ustedes los que habitan en ella?
 
 Matilde      - Eso mismo pensé yo, pero además le dije que tu habitas dentro nuestro y eh aquí la confusión. Si eres fuente de luz, si estás en nuestro corazón, si sos Padre creador, algo de razón tiene en pedir que arregles esto.
 
 Dios          - Mira, él al igual que tú creen en el amor, que es la fuente principal que alimenta y vitaliza el alma. Cuando el humano comprenda que a través del amor está la salvación eterna, ahí ya no habrá más guerras, odios y tal vez hasta yo dejaré de estar entre vosotros. No tendrán la necesidad de agradecerme o maldecirme.
 Ahí está la respuesta, espero la entiendas.
 
 Matilde      - Gracias!!! Entiendo, disculpa si distraje tu atención. Ahora te pido un último favor (por hoy) ve, díselo tú mismo. Te quiero.
 
 Dios           - Así lo haré, también te quiero. Espera, una pregunta, su nombre, el nombre de tu amigo.
 
 Matilde       - Amor!!! Y no es mi amigo es mi amor y tú lo sabes. Besho te amo.
 
 |