Cerre la puerta tras de mi, pase llave y empece a transitar el largo corredor que me llevaria a la salida. De vez en cuando me detenia, quedando inmovil, tratando de escuchar. Cada vez, sus gritos eran mas debiles, hasta que se hicieron apenas perceptibles y desaparecieron. Por un momento me quede con la intriga de si seria la distancia que nos separaba o que el se habia quedado sin fuerzas o animos para gritar. De todas maneras, poco importaba. Alcance la salida y cerre la reja, asegurandome que no se escuchara ningun sonido desde el exterior, aunque dificilmente alguien pasara por alli en mucho tiempo. Tome mis cosas y me retire. Ya no volveria a molestarme ni a faltarme el respeto... yo le habia advertido: si volvia a hacerlo, lo pondria en su lugar. Lo hice.