Series casuales: El semáforo.


Es curioso el tema de las casualidades. Debo confesar que es un asunto que me fascina. Mi casualidad preferidas, es la típica de encontrarse con alguien que no ves desde hace mucho tiempo, años, y de repente, desde ese momento te lo empiezas a encontrar hasta en la sopa, hasta que un buen día vuelve a desaparecer.

La de esta semana ha sido bastante buena y por eso quiero contaosla. Se trata de un compañero de instituto que hacía años que no veía y me lo encontré haciendo cola en la administración de lotería. Entonces los típicos: Hola, como estás, de que trabajas, donde vives,etc… Al día siguiente por la mañana me lo encontré en la zapatería y por la tarde en la panadería. Pasado otro día, comprando el periódico. Finalmente, la última vez que le vi, me lo encontré cuando yo iba de camino a mi casa, andaba yo con bastante prisa y cruzaba la calle al galope. En la otra acera estaba él, esperando que el semáforo se pusiese verde para los peatones:

-Vaya ejemplo para tu hija cruzando en rojo- Me dijo, haciendo la gracia.
-Joder! Otra vez tu por aquí. No te parece fascinante esto.- Le dije.
-El qué?
-Estas casualidades. Lo de no vernos nunca y ahora, de repente encontrarnos hasta en la sopa.
-Pues tienes razón, a lo mejor es que el destino quiere decirnos algo.
-No creo en el destino. –le contesté.
-Que no crees!. Pués yo sí, y tengo una teoría que te encantará. Pero bueno ya te la contaré otro día que hoy voy con la hora pegada en el culo. De todas formas, seguro que nos volvemos a ver…

Ya no le volví a ver jamás. Justo me dijo adiós, cruzó la calle y un camión hormigonera se lo llevó por delante. También es mala suerte, una calle tan poco transitada y además con el semáforo de peatones en verde. Al entierro no fuí, tampoco le conocía tanto como para eso. Es una lástima, me hubiese gustado escuchar su teoría sobre el destino a ver de que trataba.