-Mi respiración se hacia más profunda. Y lentamente sentí tener todo el aire de la habitación que me acorralaba en los recuerdos de aquella mujer.

- si, era ella, la que con una sonrisa fugaz había cautivado mi atención y solo en aquel profundo silencio de la habitación comencé a desearla.

-Lentamente prendí un cigarrillo que se hallaba oculto en mi bolsillo, y sentí como el humo iba atravesando toda mi garganta, pasando por mi pecho y aprisionando todas aquella pasiones negativas que aquella mujer me había dejado...

-De repente, en medio del silencio, dos hermosas manos sutiles y efímeras taparon mis ojos, y no me importo, lo único que quería era saber el simple hecho del por qué de su despedida. Luego en medio de aquella elipsis, las manos se dieron la vuelta y se posaron sobre mis piernas extasiando todo mi ser...

- al terminar mi cigarro, me di cuenta, que aquella mujer que estaba allí era la soledad.