Cuando mi papá se fue de la casa, mi mamá siempre andaba de malas y me regañaba cada rato; yo no le contestaba porque sabía que ella se sentía muy triste

Después, como no teníamos dinero, mi mamá tuvo que entrar a trabajar.

El primer día mamá no quiso dejarme sola y me llevó a su trabajo.

Antes de llegar me dijo que era en una casa de masajes. Mi mamá sabe dar masajes, porque cuando tengo gripa ella me da masajes en el pecho y en la espalda poniendo en sus manos calientitas un ungüento que se siente fresco y huele a menta. Yo, cuando juego con mis muñecas, les doy masajes también.

Mamá me dijo que me tenía que quedar sentadita en la sala de la casa viendo unas revistas. Me gusta ver revistas donde hay fotos de casas bonitas y señoras elegantes porque, cuando sea grande, voy a vivir así; pero me ganó la curiosidad y me asomé a ver a mi mamá , por una ventana, cuando fue a atender a su primer cliente. Yo creo que ya se conocían porque, cuando la vio, la abrazó con mucha confianza frotándole los pechos antes de empezar a quitarse la ropa, yo creo que le estaba diciendo cómo quería el masaje. Pensé que si el señor iba a que le dieran masaje porque tenía gripa iba a contagiar a mi mamá, pero entonces yo le daría masaje a ella. Ya no pude ver más porque llegó una señora y no me dejó.

La señora era la dueña de la casa y estaba muy enojada, me agarró de la mano y me llevó a la cocina. Cuando mi mamá terminó de darle el masaje al señor, la señora la llamó y le dijo que no quería que me llevara ahí. Mamá le explicó que no tenía donde dejarme, la señora le dijo que entonces no iba a darle trabajo .porque no quería tener problemas con el comandante y que estaba despedida. Me imagino que el comandante es su marido y de seguro tiene muy mal genio.

Para contentar a la señora y que dejara a mamá seguir trabajando ahí, yo le dije que me porto bien y que también sé dar masajes porque mi mamá me enseñó y que hasta puedo ayudarle a trabajar.

A la señora le dio mucha risa; tal vez porque no me creyó, pero mi mamá se enojó, me jaló muy fuerte del brazo y me gritó ¡Cállate!

Desde entonces mi mamá sale a buscar sus clientes a la calle, los trae a la casa y les da su masaje aquí.

Yo, como me ha dicho mi mamá, cuando viene con un cliente me salgo a jugar al patio de la vecindad y no entro hasta que el señor se va.

Aunque mi mamá ya no anda de malas, las vecinas siguen sin hablarle, yo creo que porque le tienen envidia al ver que tiene muchos clientes.

Tampoco dejan a sus niñas jugar conmigo, pero yo estoy contenta porque, como ahora tenemos dinero, mi mamá no anda ya de malas. Un día me dijo Luisita que su mamá no la dejaba juntarse conmigo porque mi mamá era una mujer mala. Yo me enojé, le jalé los cabellos y me metí corriendo a mi casa. Mi mamá es buena porque trabaja mucho y es muy cariñosa conmigo.

Ahora, cuando salgo al patio, todos los niños se van y juego sola. ¡Envidiosos!

Cuando yo sea grande voy a poner una casa de masajes para que trabajen ahí todas las señoras sin marido que tengan niñas y en el patio de la casa voy a tener muchos juguetes y muñecas para que las niñas puedan jugar.

Un día, cuando mamá estaba dándole masaje a un señor, mi papá regresó. Yo creo que él ya sabía que mi mamá trabajaba en la casa porque no entró y esperó conmigo en el patio de la vecindad hasta que el señor salió. Cuando el cliente se fue y entró mi papá, mi mamá y él se metieron a su cuarto a hablar. Gritaban mucho como si estuvieran enojados, yo creo que mamá le estaba reclamando a él porque se había ido; después se quedaron mucho rato sin hablar y yo me asusté porque oía como que forcejeaban y respiraban muy agitados, pero, al final, salieron muy contentos. Ahora papá es un hombre muy cariñoso con nosotros y muy comprensivo con mamá porque la deja trabajar en los masajes.

Desde entonces, cuando mi papá sabe que van a venir los clientes él se pone a jugar conmigo en el patio de la vecindad hasta que mi mamá termina su trabajo.

Los vecinos siguen sin hablarnos, pero a nosotros no nos importa porque ahora vivimos muy contentos. Cuando sea grande quiero trabajar en eso porque, desde que mi mamá lo hace, papá vive con nosotros y nunca estamos tristes ni enojados.

Ahora somos una familia feliz.