Busco al dueño de un corazón mal herido. su imaginación emigra a otro lugar donde es capaz de sentir y explicar lo que para él es sentirse perdido. Busco el dueño de aquel triste sonido. Ecos de aquellos sonidos en el mar que deforman toda forma de pensar, en aquella, que siempre ha querido. Todavía busco una forma de perder, toda mi lucidez y percepción. Y encaminar mi forma de entender. No funciona, no hay concentración, y ni siquiera me haces entender que tu eres mi única alucinación.
Texto agregado el 02-02-2008, y leído por 68 visitantes. (2 votos)