- ¿Cómo? Si yo estuve con él ayer y estaba perfectamente bien, cantó, comió y rió como nunca antes, en ningun momento mostró asomo alguno de muerte, de hecho, parecía más vivo que cualquiera de los que estabamos ahí.
- Bueno, sí, no tengo estudios médicos de ningun tipo, pero creo que morir atropellado por un camión es una enfermedad asintomática. Yo sólo te llamaba para avisarte.
- No puedo creerlo, en serio, no puedo, pero es que ¿cómo la muerte puede ser tan impredecible? ¿cómo es posible que si uno un día está vivísimo al día siguiente lo tengan metido en un congelador como a una maldita vaca muerta?
- Así es la vida. Nacer, crecer, morir. No puedes hacer nada al respecto, sólo queda resignarse hombre.
- No puedo creer que te lo tomes tan relajadamente. Por Dios X, Z acaba de morir.
- Yo no entiendo porque tú te lo tomas tan a pecho, lo odiaste desde el día que lo conociste, te quitó a tu novia y se casó con ella, estudió lo mismo que tú, en el mismo lugar y mientras tu pateabas los cuatros, él era ayudante de los profesores, mientras tu trabajas para la Contraloría, ganando un sueldo miserable de empleado público, él tenía su propio bufete de abogados, y bastante prestigioso por lo demas. En tu lugar lo hubiera matado yo mismo, quizás hasta interiormente me consideraria vengado por tantos años de humillación e iria a tomarme una copa a la salud del Ángel de la Muerte. Miralo de esa manera, quizás así te resulte más facil aceptar la muerte de tu peor enemigo.
- Eres un cerdo amoral. ¿No te da ni siquiera algo raro en el estomago saber que Z fue despedazado bajo las ruedas de un camión?
- Algo de asco sí, me repugna un poco la sangre.
- Ojalá no le pase algo parecido a alguien de tu familia X.
- Ruego a Dios por ello cada día.
- Amén.
- ...
- No somos nada X, nada, un día aquí y un día allá bajo tierra. Que triste, que triste.
- No te pongas existencialista ¿quieres? Y además, que tu no hayas detectado ningun indicio de muerte en Z no significa que no haya estado ahí, a lo mejor su misma alegría sin precedentes vaticinaba algo grande, de hecho, permiteme decirte, no se ha descartado aun la tesis del suicidio.
F. |