En sueños donde el silencio ingresa
se secan mis lágrimas con un pañuelo muerto de ilusiones,
hemos roto las promesas miles de veces
y hemos escuchado el perfume emergen de la noche.

Entre estrellas está tu cuerpo dormido,
entre nubes bailan tus cabellos nuevamente
y pierdo el rumbo una vez más.

Como si fuera un nuevo caminante
escribo las historias perdidas en un rincón.

Soñé miles de veces con un nuevo horizonte,
con nuevos labios y piel serena entre mis sábanas.
Buscando amaneceres entre sombras
sigo mi vida
y giro entre los molinos del infierno
esperando tu renacer.
Esperando quizás una señal sincera de la historia lejana.
Sentada mirando el mar y oliendo a caos
como una niña huérfana muerta
y sin quimeras por donde crecer su alma.

Sólo necesito un respiro entre el fuego y la lluvia,
sólo necesito un suspiro antes de morir una vez más.
Atadas has dejado mis manos nuevamente
esperando tu regreso del misterio de la luna.
He escuchado la canción de la muerte sucesivamente en mis sueños,
acechante como un asesino en serie,
cautivante como la magia de mirar tus ojos otra vez.
No sé cuánto tiempo queda...
No sé cuánto tiempo se ha ido hoy...
Sólo quiero escapar de estas paredes
y morder la noche intensamente.

Ya he abierto mis baúles para separar los recuerdos de los tormentos,
ya he visto una vez más la noche pasar
y la mañana regresar junto a ella de donde jamás volverá.

El vivir se ha hecho eterno sin oler tu piel sobre la mía,
caminar ya es monotonía dentro de una botella rota
y cubierta de sal amarga,
besarte es un dulce amargor de vida,
mirarte es un suave cuchillo en mi vientre
una vez más.
Respirar...

Mirando el abismo sólo veo tu imagen
y las de aquellos con los que te he reemplazado
miles de noches de sueños y agonías.
He volado entre nubes de tormentas
y entre llamas de una hoguera sepulcral
he mirado tu espíritu emerger.
Respiros entre el cielo y el universo...
Suspiros muertos...

Una vez más por la mañana...

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