Pablo se preparaba ansioso para elaborar su discurso de graduación, el se sentía con una gran responsabilidad porque sus compañeros de clases le asignaron esa tarea, tomando su hoja de papel comienza nombrando todas aquellas personas que le sirvieron de motivación a lo largo de su vida, sus padres, sus abuelos, haciendo memoria recordó un momento crucial de su vida, que marco la diferencia, fue cuando siendo un adolescente, estudiando secundaria reprobó una materia, y la maestra le dijo a su madre que el no tenia la capacidad para estudiar que lo colocara a hacer otras actividades que no todos nacen inteligentes, aquel comentario resulto algo parecido a un balde de agua fría en la cabeza de pablo, pero represento la mayor fuerza motivadora de su vida, quizás la maestra josefina nunca midió los efectos que podrían haber causado sus palabras, no solo en pablo sino en su madre, el juzgar sin base y lanzar comentarios al aire es una actividad que carece de responsabilidad, el día del discurso pablo no dudo en colocar dentro de sus fuentes motivadoras a la maestra josefina, la cual se encontraba presente en el auditorio, porque su hija clarita estudio con el, era una de sus mejores amigas, pero no fue invitada a la fiesta después del discurso porque la reprobaron, hizo acto de presencia por una razón que es mas poderosa que cualquiera pablo era su futuro esposo, a veces en la vida creemos que vamos a perjudicar a alguien por nuestros comentarios, pero el efecto resulta a la inversa porque no todos los individuos reaccionan igual, algunos son fuertes y perseverantes por naturaleza, ese fue el caso de Pablo.