Todo el día estuve fuera. De un lado pal’ otro, de aquí para allá. Recorrí los dos puntos más extremos para conseguir la información de la investigación que estoy haciendo para una corporación social. No me parece tan mal trabajar, al menos los tres días que llevo…jaja. Lo malo es que en este ir y venir en lugares que no son míos (no como mi casa al menos) no me alcanzo a enterar de las cosas que ocurren en MI mundo.
Parte de mi mundo también está en la página, si… en esta ventanita celeste. A veces un mundo extraño, pero siempre agradable.
He conocido a gente bien genial por estos lados (si usted es nuevo, remítase a conocer), personas por sobre todas las cosas, especiales. Caso a parte me merecen la lista de chilenos y chilenas que gracias a una antología (próxima a publicar por cierto) nos hemos acercado bastante.
Si, creo que si, puedo decir que tengo buenos y grandes amigos, grandes gurús, casos extraños, consejeros y contenedores y así, etc. etc. En este punto me quiero detener hoy y ahora.
Uno de estos grandes personajes que cohabitan mi existencia virtual y real, es uno mitológico, casi griego, pero finalmente romano, la rrrande, galardonada y siempre bien ponderada Herminia! (ehhhh… aplausos)
Cuando yo entré a la página, las primeras informaciones que me llegaban de ella eran de otro nivel (obviamente superior. No… no insista no puedo revelar la información…) y todo eso hacía despertar mi curiosidad. Varios días y semanas y me decidí. Unos mensajes en su libro para comenzar la conquista. No hubo respuesta enseguida, pero al poco caminar, un mensaje de respuesta agradecida y un poema de Gelman abrían aquella puertita (o ventana).
Con el contacto hecho, los sucesivos mensajes iban y venían. Rayos! Esta es una súper mujer – estuve pensando varias veces. Entonces un nuevo paso: pedirle su mail. Un mensaje en el libro y listo! mail obtenido (no es que sea una chica fácil… es que es una chica de las buenas mejores)
Yo esperaba el encuentro con entusiasmo… de pronto ¡zaz!
Hache on line….
Saludos protocolares (wowowow… hache que emoción!!!) recepción protocolar (Caritoooooo!!!) recuerdo haberla hecho reír comentándole los rumores que se tejían en torno a su persona, le comenté algo de mis cosas (poco, pero parejito…jajaja) y ella algo de las suyas.
Así, varias veces más pudimos encontrarnos, fuimos a una fiesta (asesorada obviamente por la gran blanquita) comimos a escondidas (idem de la blanquita, alias instructora deportiva) salimos en busca de la canción de Neruda que nunca se cantó (pero que ella insistía e insistía que si… que la escuchaba cuando tenía 20’ o sea… ayer) y así… hartas cosas.
Desde hace un tiempo a esta parte, la doñita es mi jefa (para mi fortuna). Es la editora de la columna, se encarga de mantenernos en línea (aún cuando no pueda con algunos excesos de palabras y una que otra impuntualidad… ejem ejem…) y a mi me encanta ser parta de este proyecto aunque sea cada quince días (ver biografia : Martes: CaroStar y el malageño querido por todos, Nomecreoná) porque puedo tenerla cerca, bien cerca, y puedo sentir sus siempre sabios consejos (literarios y de…demases)
Hoy esta personita maravillosa está de cumple (…y no por eso precisamente!!!) he querido mostrarla al mundo (aunque sea en este celeste bidimensional), para que todos sepan lo que yo sé…
El Mito… era cierto.
FELICIDADES JEFA, DOÑITA Y GRAN HACHE
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