Siente en calma todo el ruido de la noche
no olvides su aroma de espanto que viene en la alborada que tu apenas ves
no pases por alto las intermitencias de las estrellas
un flash por sueño quizás...
Es cierto, estás encerrada entre cuatro rostros pálidos que no te contestan
parecieran atónitos ante ti
y te preguntas porqué
yo digo que no te entienden
Hazme caso: no creas que vuelas
tu ilusión es casi mortal
pero qué belleza más apasionante que aquella que no conocemos
dónde terminará tu cuarto...
Mis dedos te sienten como el agua
y el grito de pavor que nace en mí suena más a gemido
dulce cicuta que hoy me esquivas
destino dulce que quieres sonar a cuento...
Texto agregado el 06-04-2004, y leído por 267
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