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Inicio / Cuenteros Locales / moebiux / Hoy es el día Hache (nuevo caso de Dante Martínez, para Hache, por su cumpleaños)

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Abrí el sobre que acababa de pasarme mi ayudante Romerales, alias el Inefable, aunque por dentro me gustaba llamarle el Imbécil. El sobre era de esos normales, que venden en cualquier papelería, sin ninguna marca o señal que lo identificase. En su interior, un papel cuartilla de la marca Gvarro (con perdón) con tan solo unas palabras escritas mediante impresora: "Hoy es el día Hache".

-¿Qué cojones significa esto?- espeté mostrándole el papel.

-Ni idea, jefe. Me lo encontré en el parabrisas de mi auto, justo antes de volver del desayuno.

-¿Y por qué me lo enseña a mí? ¿Qué tengo que ver en esto?

-No sé, jefe, es que no sé qué significa. Pensé que podía echarme una mano. ¿Puede ser una amenaza?

-Sí, una amenaza de ofertas de pantaletas en el super de la esquina. No me joda, Romerales.

Y, soltando el sobre, me encerré en el periódico, sección deportes, mientras Romerales, encogiendo los hombros, se disponía a recoger el sobre, caído en el suelo.
Pero el teléfono sonó.

-Al habla Martínez -gruñí.

-Hoy es el día Hache -dijo una voz al otro lado del teléfono.

-Y el día de los difuntos si no me sueltas quien coño eres.

La voz dejó escapar una risa.

-Veo que no pierde sus modales, inspector. ¿Acaso no me reconoce? ¡Ay, qué poca memoria tiene usted para las damas! -y volvió a reír.

-¿Beatriz? ¡La pucha...! Perdone querida, no me esperaba su llamada. ¿A qué se debe el enigma hoy? ¿Vuelve a matar a sus persobajes ? (Véase Flagelo di Dante, en esta misma web) ¿O se ha dedidido por lo humano?

Beatriz volvió a reír.

-No, querido inspector (y ese "querido" me provocó un escalofrío por la espalda), se trata de un aviso de una amiga. Hoy sucederá algo grande y creo que es mejor que lo sepa, para que no le pille desprevenido.

-¿Algo grande? ¿Ahumada presentará algún video con un político leyendo a Baltasar Gracián?

-¿Sabe que me encanta su sentido del humor? Noooo, no es nada de eso. Pero no se apure, ya lo verá.

Y dicho esto, Beatriz colgó. Me quedé pensativo. Romerales me despertó:

-¿Qué ocurre jefe? ¿Hay caso?

-Tú sí que eres un caso. Venga, acompáñame. Ponte tu chamarra y agarra el frasco de Pepto Bismol, te va a hacer falta.

-¿A dónde vamos, jefe?

-Agárrate los machos, chaval.

A Romerales comenzó a sudarle el bigote.

-No me joda, jefe... volvemos a... ¿las librerías?

-Si yo fuera lotería y esto fuera Chile, te acababa de tocar la polla.

Romerales se rió, como siempre, de mi des-gracia aunque el rostró se le empalideció. Tenía motivos.Volvíamos al mundo de los escritores.



En la librería el dueño se me hizo el gracioso:

-Caramba, inspector Dante Martínez, otra vez por aquí. Qué inmenso honor. Pero lamento comunicarle que hoy no tenemos programada ninguna lectura poética. Eso sí, si quiere puedo venderle la última edición de Guerra y Paz de Tolstoi, la versión definitiva, mire...

Y el muy vicioso me enseñó un ladrillo de al menos dos mil páginas. No escondí mi gesto de asco.

-No te me pases de listo. No me preocupa la mierda de mercancía que vendas. Al menos, no por hoy. Se trata de otra cosa.

-Bueno, inspector, ya sabe, soy tan sólo un humilde librero, apenas salgo de aquí y yo...

-Hache. Se trata de Hache.

Al cabrón se le dibujó una sonrisa beatífica en el rostro.

-Suelta lo que sepas sobre el asunto, maleante -dijo el imbécil de mi ayudante. Me lo quedé mirando con cara de pena. Demasiadas películas para tan poco seso, joder.

El librero dejó escapar una risilla y negando con la cabeza dijo:

-Sólo puedo decirles que lo sabrán, que es un acontecimiento. Pero, de verdad, no sé nada más. Aunque no se apuren, nada malo ocurrirá. ¡Al menos para la gente de buen gusto!

Y el cabroncete se dio media vuelta para atender a un adolescente de mirada temblorosa. Y yo me quedé con cara de mala hostia. Porque sabía que no podría sonsacar al librero. Y porque el subnormal de mi ayudante ya echaba mano a la pistolera mientras me susurraba "¿la saco, jefe? ¿La saco?". Por un momento me entraron ganas de darle una patada en los mismísimos. Pero me contuve. Inmediatamente, me entraron ganas de sacar la mía y obligar al jodido librero a escupir su puta sonrisa. Pero me aguanté. Así que opté por salir de allí cuanto antes. Porque me meaba. Uno es así, sencillo en sus necesidades, oigan.


Paseábamos por la plaza meditando sobre el mensaje: “Hoy es el día Hache, hoy es el día Hache...” En un intento desesperado, pregunté a Romerales qué pensaba.

-Pues eso del día hache me recuerda a una peli de guerra viejísima que ví el otro día, la del desembarco de Normandía, por lo del día D y la hora Hache. ¿Ha visto la película?

Manda cojones...

-¿La ha visto? ¿Eh? ¿La ha visto?

El imbécil tenía razón.

-¿La ha visto? ¿Sabe cual le digo?

-Calla, coño. Acertaste. Hoy va a haber un desembarco.

-¿Qué? Pero... ¡pero si no tenemos puerto!

-Por eso vamos a la estación de autobuses. Y volando, que es gerundio.




Me lo temía. La estación estaba repleta de la gente de la peor calaña: cuentistas, poetas, ensayistas, columnistas... Y lo peor de todo es que la plaga no conoce fronteras, los había de todos sitios: argentinos, mexicanos, chilenos, colombianos, españoles, venezolanos, portorriqueños, etc, etc... Y entre todos se oía el mismo comentario: “ya viene Hache, ¡ya viene!”.

-¿Quién será ese Hache, jefe?

-El líder de la secta, supongo –musité.

-Peste de sectas, ¿eh? ¿Y que vendrán a hacer aquí? ¿Se inmolarán todos? ¿Una orgía?

Gruñí algo por gruñir. Pero me temía lo peor. Porque toda aquella gentuza venía armada de papeles en los que, a buen seguro, iban escritos sus textos. Seguro que eran capaces de hacer una lectura pública, o algo así. Con lo tranquila y pacífica que es mi Clalaxta, joder.

De pronto, una hermosa voz conocida me saludó a mis espaldas. Me giré. Era Beatriz.

-Veo que me ha hecho caso, inspector. ¿Viene a participaren el acontecimiento?


-No participo ni en mi cumpleaños. ¿Qué demonios pasa aquí?

-Pues demonio, precisamente, ninguno. Y si no, mire allá.

Miré y vi cómo bajaba de un autocar a la que debía ser Hache. Porque no era él, sino ella. Y tenía razón, no tenía pinta de demonio, sino de ángel, con ese pelo rubio y esa sonrisa.

-¿Es la líder? –pregunté.

Beatriz rió, y con ganas. Y qué jodidamente hermosa era esa risa.

-No, no es la líder, es la homenajeada. Hoy es su cumpleaños y toda esta gente nos hemos reunido aquí porque todo el mundo tiene algo que agradecerle.

-¿Es una especie de líder espiritual?

-No exactamente. Es algo más que eso. Es alguien que tiene siempre tiempo para leer y escuchar a los demás, alguien que siempre tiene una palabra, un gesto de cariño, de comprensión, hacia el otro. Es nada más y nada menos que un espíritu generoso.

-Ya. ¿Y cuanto cobra a cambio de sus servicios? –preguntó Romerales mientras guiñaba un ojo.

-Nada. El respeto y la admiración de los demás.

-¿Pero aún quedan de esos? –pregunté yo.

-Aún, inspector, aún. ¿Verdad que es un acontecimiento?

Y diciendo esto se sumergió entre la multitud agitando la mano en respuesta a un saludo de Hache.

Y Romerales y yo nos quedamos allí. Tiesos. Perplejos. Ajenos.

Y, en el fondo, envidiosos.


Pero muy en el fondo, ¿eh?, no la vayamos a joder.


Texto agregado el 06-04-2004, y leído por 850 visitantes. (11 votos)


Lectores Opinan
01-10-2004 Excelente. Este DM me cae bien porque trata bien a su subordinado. Voy al siguiente jorval
13-09-2004 Recien lo termino de leer y habiendo visto tan sólo una vez a Hache me parece maravillosa tu inspiración y clarísima tu expresión, felicitaciones a ti y a tu musa inspiradora!!!! PoetaSuburbano
17-08-2004 Me parece que ya estoy entendiendo al personaje Dante. Una vez más, me divirtió mucho. Extraño, sin embargo, el final definitivo. Es como si al escritor le hubiera dado pereza continuar con su relato y decidiera acabarlo ahí. Espero que el cuento funcione por sí mismo, y no sólo se enfoque en homenajear, como toda esa “gente de la peor calaña”, a la buena de Hache. Esta es la humilde opinión de un compañero de viajes. demabe
24-04-2004 excelente, un digno homenaje a a la dama que a todos nos regala un poco de su tiempo día a día....sabes ya me esta gustando el tal dante..con todo y su mal genio..besos lisinka
12-04-2004 El dante este acaba en alguna lectura poética, ya verás y el romerales es superior. Sabrá quedao a gusto la Hache. Saludos. nomecreona
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