AGOSTOS INFINITOS
Una vez más, este bonito mes, testigo de mi nacimiento, me da el disgusto habitual del año, esta vez en amores.
O puede ser que los disgustos en este mes lucen más.
Será el sol, planeta ahora dominante.
La cuestión es que de nuevo hay que empezar.
Historia terminada.
Eso sí, mis historias amorosas siempre han sido intensas y hermosas, además de tormentosas.
Pero el dolor es también intenso, y no precisamente hermoso.
Distinto dolor, distinta manera de llevarlo, pero igualmente terrible y angustioso.
Sigo siendo fuerte, incluso más.
Y a la vez me siento cada vez más vulnerable, como algo vencida, debil.
Las contradicciones son cada vez más intolerables.
La soledad se me hace cada vez más pesada.
Pero debo seguir manteniendome a flote, porque así lo deseo.
Incluso debo fingir un optimismo que no tengo.
Convencerme.
Ocultar la desilusión profunda que me acosa.
Hay problemas, sin duda.
Y soluciones.Y avance.
Escribe Gioconda Belli: "Soy la mujer que piensa.Algún dia mis ojos encenderán luciernagas".
Y, mientras tanto, me pregunto ¿cuantas veces tengo que bajar todavía a los infiernos?, ¿y si en uno de esos viajes no encuentro luego el camino de regreso?.
Pero cierto es que puede llegar el momento en el que no exista lugar donde regresar, y entonces ¿qué importa?.
Por el momento intentaré reponerme del desamor escuchando el silencio del monte.
En breve me regreso al mediterráneo.
A ver que me depara el otoño.
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