Hace unos días encontré en los diarios una noticia que me heló la sangre por lo insólito del hecho: En algunas naciones están enseñando a los jóvenes a "hacer el amor" como parte de sus clases de Educación Sexual, y para ello usan, a manera de ejemplo, videos y fotografías de monos en pleno acto sexual.

Se muestran escenas que distan mucho de lo que debe ser una relación entre humanos; se aprecian verdaderas relaciones instintivas, con una violencia tal que ningún hombre tendría, ni con su esposa ni con otra mujer por quien sintiera algo de cariño, al menos. Tampoco hay esposa o mujer que soporte semejante relación, pero los jóvenes que no han vivido ni visto una verdadera relación humana creen que eso es una relación sexual humana.

En el desafortunado ejemplo elegido no sólo falta pasión, cariño, amor, pudor, sólo se ven escenas no humanas con relaciones violentas y prolongadas, imposibles de ser toleradas por ninguna mujer, donde la hembra no demuestra ninguna satisfacción, ningún gesto de cariño, nada que indique el disfrute del momento.

Es preocupante que estén degradando a tal grado las relaciones sexuales humanas. ¿Tanto ha descendido nuestra especie que necesitamos de monos para enseñar a la juventud a "hacer el amor"?

Cierto que en ningún momento se habla de relaciones sexuales matrimoniales, pero sin duda, los jóvenes educados con tales ejemplos, que no terminan de entender un modelo de comportamiento sexual, azorados se preguntan si eso deben vivir en el matrimonio.


La belleza del acto, la manifestación física del máximo amor, el acto racional es comparado con lo instintivo de un acto necesario entre animales. No denigremos más al ser humano ¿acaso no es suficiente destruirlo mediante las drogas, el alcohol, la violencia, la corrupción?




En Cancún, costa mexicana del Caribe