A veces recuerdo. Cuando recuerdo escribo. Acerca de ti, de la primera vez que nos conocimos. De cómo nos reímos de cualquier cosa. De cómo tenerte a mi lado me hace sentirme fuerte. De cómo tienes el don de saber lo que pienso aun cuando no te lo diga. Escribo solamente de ti, de lo que hemos pasado juntos. De las veces que hemos llorado juntos, las veces que nos hemos sentido tristes. Las ocasiones en las que has derramado más de una lágrima por mí. Es que me es difícil pensar en ti y no sentirme diferente. El sabor de tus besos, la sensación de tus manos sobre las mías, tus palabras rompiendo el silencio. Me es tan difícil pensarte y no escribirte, dibujarte sobre un lienzo de poemas. Amarte entre sombras. Me cuesta tanto despedirme de ti cada vez que el tiempo se termina, me duele verte partir, aun cuando se que mañana volverás.
A veces me odio. Cuando se que estas triste y es por mi culpa, cuando se que te herí. Mi único anhelo es ser un mejor hombre, un tipo de quien te sientas orgullosa. No quiero hacerte llorar, ni que sufras. Quiero ser ese con quien compartas toda la vida. Recuerdo cuando nos besamos por primera vez, cuando nos tomamos de la mano por primera vez. Mis miradas nerviosas y tus manos que sudaban. A veces recuerdo que estoy vivo. Precisamente cuando te veo junto a mí, cuando siento tus brazos a mí alrededor. Cuando cierras los ojos y me permites volar a tu lado. Recuerdo que eres mi amiga y confidente, esa persona a quien acudo cuando todo se ve perdido. A veces recuerdo que me amas. Y eso es suficiente para mi.