Tu mi fiel pesadilla, de día dormían de noche viviendo en mis sueños, mi torturador de pecado que aturde la piel, el órgano que no olvida las hazañas muertas en batallas de furiosos ataques con una violencia sicótico placentera… tu mi infiel apresurado, el eterno mortal que se esconde en el fuego de miles de escudos, peleador estupefacto de una guerra espiritual… mi desalmado acorde musical, estruendoso entre la sangre y la mente; desafiemos los que el mundo dicta de ver separados los detalles de algo enfermo, estupido creador, infame de nuestra lejanía…tu el sol oscuro que marchita esperanzas, anhelos y rompe promesas, sin esplendor total, falso pero los remolinos de calor invaden; sueños que no terminan, pesadillas que aun inician su realidad en este mundo.