Hay veces que el cielo es inmenso paisaje de ilusiones
y el mundo se vuelve caos en la realidad.

Soy fantasma perdido de un futuro mágico de esperanzas
y quimera olvidado de tu mente viajera.

Aún recuerdo ese viejo retrato tuyo envuelto en mi habitación
como un nuevo regalo de Navidad
y esas añejas cartas de amor
que dejaste olvidada antes de macharte hacia el mar.

Tengo guardado tu uniforme
como una reliquia invaluable
y tus recuerdos grabados en mi mente
como hermosas películas de amor,
de esas que se ven en el ocaso de un despertar.

Fuimos hombre siniestro y mujer corrompida,
pero jamás dejamos nuestros cuerpos olvidados
dentro del baúl de perversiones oníricas.

Descubrí el silencio entre quejidos y murmullos,
conocí el amanecer
entre viajes estelares por los espacios victimarios de la vida.
Fui tormenta y aire en el manantial de horizontes muertos
y nací entre el infierno y el sol
para ser avispa de tus ojos y corriente de tu voz.

El sueño se ha perdido entre las ráfagas de amor y dolor,
sólo tengo ese retrato dormido,
sólo tengo ese lienzo perdido de ilusión.
Mis manos aún tocan las tuyas en las sábanas grises.
Mi cuerpo aún es parte del tuyo
aunque no hayamos sido uno.
Sólo un sueño retratado en el dolor.
Solamente el aire cubierto de color.
Mirando la profundidad,
observando el misterio
y oliendo la salvia
desnudo mi rostro
esperando abrir tus ojos sin pudor.

Bayerly®