Hacia 1797, se dice que Francisco de Miranda reúne en Paris a varios de los que habrían de convertirse en los más insignes hombres de nuestra América. Entre ellos estaban O’Higgins, S. Rodríguez y el mismísimo Bolívar (alumno de Rodríguez), quien para entonces sólo contaba con 14 años. Hasta hay un documento firmado por ellos…cuya veracidad algunos niegan…
El objetivo era trazar los lineamientos para la Liberación de nuestra Patria Americana que iba más allá de romper los lazos políticos y económicos con la Metrópoli española. Implicaba la unión política, militar y económica de nuestros países para ser y permanecer libres frente a todas las eventuales amenazas extraregionales y tener gravitación y peso específico en el concierto de las naciones.
El Proyecto libertador establecía la unión en un Gobierno Central de la futura ex colonia española. Para nuestros libertadores habíamos sido UNA COLONIA, ergo éramos UNA NACION. Esto de hecho era así: no éramos “las colonias españolas” sino “la colonia española”, con regimenes administrativos dependientes directamente del Gobierno español.
De modo que si habíamos logrado vivir juntos más de 200 años bajo la égida española, podíamos hacerlo juntos en libertad. En lo político eran centrales las ideas de Montesquieu (“El Espíritu de las Leyes”) en cuanto a que “las instituciones políticas de las Naciones debían acomodarse a las condiciones geográficas, psicológicas, etc ” y en cierta medida Locke, en cuanto a la idea de la unión bajo una misma jurisdicción. También destacaron las ideas de Rousseau en cuanto a la educación ciudadana. Es significativo que los términos políticos y monetarios de la futura unión imaginada por el Libertador Miranda fueran un homenaje a la civilización inca.
Para lograr la independencia de la patria americana, a quien Miranda llamó Colombeia, se buscó la ayuda del entonces Primer Ministro de Inglaterra, William Pitt, dado que GB era la única potencia europea en capacidad de apoyar nuestros frentes militares bajo la promesa de los beneficios comerciales que esto le traería a nuestros países. El Señor Pitt rechazó el Proyecto, considerándolo “fantasioso y ambicioso”, por lo que le dijo que se planteara algo más viable.
De modo que Miranda sacrificó un poco la idea centralista a cambió de la confederacionista. Es importante destacar que por Confederación nuestros libertadores no entendían una “unión federal” al estilo estadounidense, sino una “unión de países con gobiernos sujetos a Autoridades Centrales jurisdiccionales en lo político, económico y militar”.
O sea, el Proyecto centralista y el confederacionista eran, en el fondo, Unionistas, que es lo que importa.
Por cierto, es interesante saber que algunos textos de la Unión Europea reconocen en Francisco de Miranda a uno de los primeros que imaginaron lo que hoy son las Uniones Políticas y Económicas Supranacionales y que nosotros, latinoamericanos, hemos sido incapaces de concretar por falta de voluntad politica.
Algunos años después, Francisco de Miranda comenzó personalmente su campaña conspirativa con el apoyo inglés, fracasando en sus intentos. En general, el resto de los Libertadores eran muy jóvenes aún y la vida no les había llevado todavía a comprometerse con la causa libertadora.
Para 1810, se presentan las condiciones políticas ideales para la emancipación política en la América Española. Es muy importante destacar que las ideas de independencia procedieron de los rebeldes mantuanos jacobinos, quienes habían tenido acceso a los libros prohibidos, (Montesquieu, Rousseau, la Enciclopedia francesa, Locke, etc) porque el resto del mantuanaje veía como muy peligrosas esas ideas y sentían horror de la Revolución francesa que había acabado con la Monarquía de ese país y que llegó hasta a amenazar los privilegios de clase de la aristocracia.
Hablemos un poco de cómo fue en Venezuela.
Recordemos que para 1810 ya hacía algunos años que Napoleón Bonaparte amenazaba Europa y de hecho, había destronado al Rey español Fernando VII.
Por ello, siguiendo el ejemplo de las Cortes de Cádiz, el 19 de abril de 1810 el pueblo desconoce la autoridad del Capitán General Vicente Emparan y se convoca a una Junta Suprema, que se llamaría “Junta Suprema Protectora de los Derechos del Rey Fernando VII”. Como se ve, nada revolucionaria.
En 1811, se convoca por presión del sector liberal pro-jacobino, a un Congreso constituyente. Pero la clase mantuana estaba todavía aterrada de declarar la Independencia.
El sector liberal de tendencias jacobinas (Bolívar, Miranda, Gual, Muñoz Tebar, etc) en plena efervescencia constituyente, hizo lobby bastante escandaloso: gritos, aplausos, vítores…en favor de la Independencia, pero al final tuvieron que aceptar una Constitución federal al estilo de la estadounidense impuesta por los mantuanos cautelosos de los revolucionarios liberales jacobinos, considerados por ellos “demagogos”.
Bolívar y Miranda declararon, y así dejaron constancia entonces y en el futuro, su inconformidad con el Estado federal establecido en 1811, pero lo aceptaron a los fines de seguir adelante con las menores trabas posibles con el Proyecto de Independencia que se habían planteado hacía años.
Se perdieron dos repúblicas (1812 y 1815) por la incapacidad de los mantuanos de organizar todos sus recursos. Años después, Bolívar entendió la necesidad de internacionalizar el conflicto (“Españoles y canarios…contad con la muerte”) y de volverlo un conflicto de clases (incorporó a los excluidos).
En 1812, Miranda fue hecho preso y entregado por Bolívar a Monteverde. No fue traición: ambos así lo habían acordado. Uno a cambio del otro. Miranda era ya muy mayor (más de 60 años) para seguir la gesta independentista y Bolívar no llegaba a los 30 años. El gran sacrificio del prócer Miranda por nuestra América no debemos olvidarlo, le debemos enorme gratitud, pues de no haber sido así, el joven Bolívar habría terminado muerto en la cárcel. Para ellos, la gesta independentista y unionista era el objetivo principal, por encima de egoísmos individuales. Bolívar era lo mejor que nuestra país podía aportarle a nuestra América en ese sentido. Así lo entendió Miranda.
También creo que el misterioso encuentro entre el Libertador José de San Martín y el Libertador Bolívar en Guayaquil implicó un arreglo parecido. San Martín era algo mayor que Bolívar y el proyecto independentista y unionista, que compartía, requería titánicas fuerzas físicas y emocionales. Ya conocemos, creo, el temperamento más que romántico, pasional, de Bolívar…
En el proyecto de nuestros Libertadores, no había lugar para egoísmos ni mezquindades y así lo podemos ver en los documentos contextualizados. Luego los historiadores oligarcas, amigos de nuestra división, nos vendieron una imagen distorsionada de nuestros Libertadores, ya sea endiosándolos o presentándolos como los enemigos que jamás fueron. Sin embargo, lo que sí hubo fue traición trapera: como la de Santander, Pueyrredon, Páez…esos sí fueron enemigos de nuestros Padres Libertadores. Astutos, zorros, mezquinos, esperaron el momento preciso para desmantelar los sueños unionistas, sabotearlo todo.
El endiosamiento de nuestros Padres Libertadores, su deshumanización, tuvo a mi modesto juicio el efecto de crear en el imaginario latinoamericano la idea de que la Labor Libertadora había concluído y Bolívar, San Martín, Sucre, Artigas, Monteagudo descansaban en el Olimpo, satisfechos de su labor. Un engaño, sólo una idea para mantener la dominación.
Para 1821, se constituye el Proyecto de la República de Colombia en Angostura: un proyecto unionista y centralista. Se esperaba que el resto de la América se uniera a este Proyecto o se crearan proyectos similares con los cuales confederarse. De hecho, en Centroamérica se había creado un proyecto similar, protegido por México, que años después sería desmantelado desde afuera (adivinen por quién…). Para 1823 se reúne, en la actual Panamá, el Gran Congreso Anfictiónico convocado por el jefe Supremo de las Campañas Libertadoras, Bolívar. El Libertador no quería a los EUA en el Congreso de Panamá . ¿Quién lo invitó? pues Francisco de Paula Santander. Y Holanda, “coleada”, como decimos aquí.
¿Por qué estaban esos países allí, si se trataba de una Unión Militar Americana (o sea, Latinoamericana)? Temían perder sus zonas de influencia, querían conocer los planes y ver cómo afectarlos. Sin embargo, al final razones distintas impidieron la presencia de los EUA, pero la invitación de ese país, a espaldas de Bolívar, sí sirvió para demostrar la vena traidora que tenía Santander, su falta de compromiso real con la Unión.
El Libertador argentino Monteagudo fue uno de los más entusiastas promotores de la Unión Americana y del Congreso de Panamá. Años después, Monteagudo fue vilmente asesinado por la espalda, en Lima, al igual que lo fue en Berruecos, ese gran cumanés, el Libertador Sucre ¿Por quiénes? Por los traidores divisionistas, federalistas, que muy pocos años después serían la guardia pretoriana de nuestros oligarcas y celadores de los intereses de GB primero y de los EEUU después. Liberales circunstanciales devenidos luego en conservadores de derecha.
Para 1826, los esfuerzos unionistas empezaron a perderse…. Pasó, en efecto, lo que nuestros Libertadores jamás quisieron: la América española se dividió en 20 republicas…Decidimos ser republiquitas, pudiendo haber elegido ser una Patria Latinoamericana. Somos quizá la única región-nación del Mundo, culturalmente hablando, pero estamos ciegos e idiotizados, por gusto, conformismo, laxitud y egoísmo de nuestras élites conservadoras.
Miranda, O´Higgins, Artigas, Monteagudo, Sucre, Bolívar, San Martín, Josefa Camejo, Manuela Saenz, etc…he allí a nuestros Padres (y Madres) Libertadores (as).
¿Y como terminaron? O exiliados o muertos, algunos de ellos en la miseria más absoluta. ¿Y los otros “Libertadores”? Murieron ricos, con grandes haciendas regaladas por sus mecenas conservadores…también llegaron a ser Dictadores como el traidor Páez o Presidentes intermitentes, como los Monagas.
Nuestros Padres Libertadores eran anti-nacionalistas y al mismo tiempo eran nacionalistas ¿como es posible?
Pues…ya fueran centralistas o confederacionistas, estaban en contra de que las particularidades de los Estados nacientes se impusiera por encima de la Patria Grande. Lo triste es que la derecha y su plataforma mediática nos venden el imaginario de que eran antinacionalistas en el sentido de que se oponían a que tuviéramos un lugar en el mundo. Sí querían para nosotros un lugar en el mundo. Por algo decía Bolívar: “falta equilibrio entre los dos Hemisferios”. Y como siempre, sus dotes proféticas han resultado ciertas.
¿ Nos ha traído algún bien la división, la fragmentación? Nosotros tenemos vocación para la Unidad. ¿qué nos ha pasado?
Patria Latinoamericana, ¡Despierta ya, que estamos viviendo una pesadilla de pobreza, marginación y exclusión! |