Miho era una chica japonesa de 16 años. Vivia en uno de los suburbios de Tokyo, lo cual hacia que no viviera en la aglomeración total. En los suburbios, todavia puedes encontrar algunos de los rios en un canal. Y estos rios todavia tienen peces. En verano, las personas bajan a los canales junto con un banco y una caña. Miho hacia lo mismo todas las tardes de verano. No con esperanzas de pescar algo, sino que lo encontraba como algo muy relajante. Alguna vez habia pescado 2 o 3 truchas pero era mas bien cuestion de suerte.

Una calurosa tarde de Julio, Miho se sentó en el pasto a esperar que algo "picara". Llevaba ahi mas de 2 horas. Ya eran las 3 de la tarde. En ese momento, sintió que algo jaló la caña. Algo habia picado por fin!! Miho se levantó apresuradamente y empezó a forcejear con aquel pez. Era algo grande, sin duda, puesto que oponia mucha resistencia.

Luego de mucho forcejeo, logró sacar al pez. Lo puso en la tina con agua donde ponia lo que atrapaba. No era un pez común. Lo único que se sacaba de ese rio eran truchas. Ese pez definitivamente no era una trucha. Era mas grande que una trucha. Miho metió la mano y trató de tocar ligeramente las escamas de aquel pez. El pez, rapidamente volteó y le dió una ligera mordida. Miho sacó la mano y vió que aquel pez le habia sacado sangre.

Cargando su tina y su caña, se dirigió a su casa. Miho vivia con su abuelo, ella era huerfana. Su abuelo habia trabajado para una empacadora de pescado, de esas que tienen barcos que recorren todo el mundo. Su abuelo conocia muchos tipos de peces, seguro le podria decir que tipo de pez era ese.

Miho le mostró aquel raro pez en la tina y la mordida que le habia hecho. El abuelo fué a la cocina y tomó un pedazo de carne cruda. Lo echó a la tina, y el pez se comió el trozo en un instante. Miho estaba sorprendida. Nunca habia visto un pez carnívoro.

-Lo que pensé, dijo el abuelo. Es una piraña.
- Una piraña?, dijo Miho extrañada. Que esas no solo existen en el Amazonas?
- Pues debió de haber nadado un largo camino. Le dió toda la vuelta al mundo. Si no es que cruzó el estrecho de Magallanes.
-Es un pez muy feo. Y agresivo.
-Pero por lo que veo no es cualquier piraña. Es una piraña del amor.
- Piraña del amor?
- Si, mira como tiene un color tornasolado como el de las truchas. Hay una legenda que dice que algunas diosas barasileñas del amor tomaban la forma de pirañas. Si algún marinero las pescaba por accidente pero las cuidaba bien, las pirañas se transformarian en mujeres hermosas.
- que suerte la mia, dijo Miho con desilusión. Acabo de pescar una brasileña.
- Es una leyenda...aparte a ti te gusta ese hijo de la vecina...Souchiro.
- Ah si, suspiró Miho, Souchiro.
- Bueno, voy a salir Miho. Regreso al rato.
- Si abuelo, que te vaya bien.

Que tendrá Miho con ese Souchiro, se preguntarán todos. Bien, aunque Miho parezca una chica del todo normal, la realidad es que no lo es. La verdad es que Miho se siente mas atraida a las chicas que a los chicos. Ella no tiene ningún problema con eso, pero otras personas (la sociedad en si), lo pueden tener. Es por eso que no se lo dice a nadie. Para mantener oculto su secreto, debe pretender que le gusta Souchiro. La realidad es que Souchiro es un amigo suyo y nada más. Su único y verdadero interés sentimental es una chica que se llama Aisha.

Aisha va en el mismo grado que Miho. Eran mejores amigas, de hecho. Digo "eran" porque Miho cometió un gran error: dar todo su amor a alguien que no le interesa. Miho empezó a sentir un amor que ya no era solo de amigas. Sino de alguien que habia encontrado su mitad. El no poderselo decir a Aisha, le corroía las entrañas. Un dia se armó de valor y le dijo a Aisha estas simples palabras: Ai Shiteru, Aisha (Te amo, Aisha). Luego, le dió un ligero beso en los labios. Aisha reaccionó mal, la empujó y le dijo que no se le volviera a acercar en su vida. Miho no le volvió a hablar...pero la herida que tenia era profunda.

Ya hacia de eso mas de 6 meses. Le habia costado trabajo superar esa desilusión amorosa. Pero esa historia de la piraña del amor le habia animado. Que tal si enserio esa piraña se podia convertir en una mujer?

Por un momento lo consideró...vio a aquella piraña tan horrorosa en la tina. Miho fué hacia la cocina y sacó una lata de comida para gato. La abrió y fue hacia la tina.

-No se que comia usted en Brasil, Srita. Piraña. Pero le voy a dar esta lata. Debe ser muy buena porque mi gato se la come con mucho gusto.

Miho le echó la comida de gato en la tina. La piraña se la comió en segundos.

-Debe de tener mucha hambre, Srita. Piraña. voy por otra lata.

Miho sacó otras 2 latas, mismas que se comió la piraña. Como Miho veia que el apetito de la Piraña no se acababa, le dió las 14 latas restantes (pobre gato, tendrá que cazar algún ratón). Despues de tanta comida, la Piraña nadaba muy feliz en la tina. Miho decidió que era hora de cambiarle el agua y ponerla en otra pecera.

Entre todos los bártulos del abuelo, encontró una pecera bastante grande. La llenó de agua y se la llevó a su cuarto. Tambien llevó la tina con la piraña dentro a su cuarto Con una red para peces iba a tratar de sacar a la piraña.

-Ahora, Srita. Piraña, la voy a cambiar de tanque. Como la red no es muy grande, espero que coopere, dijo Miho con ternura. Es por su bien.

La piraña se dejó cambiar de tanque. Se quedó muy quieta para que Miho la pudiera atrapar con la red.

-jeje, linda Piraña...

Su abuelo no llegó hasta mas en la noche. Se sentaron a cenar juntos. Miho le dijo que iba a conservar la piraña y que ya la habia puesto en una pecera. Su abuelo le dijo que despues habría que comprar una pecera mas grande puesto que las pirañas crecen.

Antes de dormirse, Miho bajó la pecera de donde la tenia y la puso frente a ella. se acostó boca abajo y observó la piraña.

-Usted es feliz, Srita. Piraña? Porque yo no. Yo vivo de una mentira, sabe? La gente cree que me gusta Souchiro y que vamos a terminar siendo novios,si no es que ya lo somos. Pero mi corazón pertenece a otra persona.

En eso, Miho saca una foto donde ella estaba con Aisha. La pega al cristal de la pecera. sus ojos se llenan de lágrimas y se le quiebra la voz

-Ella se llama Aisha. Era mi mejor amiga. Pero aparte de todo, es el amor de mi vida. Mire como es hermosa. Es una chica hermosa y muy agradable. Siempre la he querido tanto. Mire como cae su pelo hasta sus hombros, y sus ojos verdes...no hay palabras para describirlos. Aisha es tan amigable y noble...siempre está dispuesta a ayudarte. Pero eso se acabó....le dije que me gustaba. Y yo a ella no. No puedo hacer nada sobre eso, pero cuando me despreció, fue como si me hubieran dado una patada en el estómago. Lo unico que me gustaría es encontrar a alguien como ella algún dia.

Miho decidió que ya era hora de dormir. Al levantar la pecera, dejó caer una lágrima suya al agua. Acomodó la pecera en la mesa, apagó la luz y se fue a dormir.

A la mañana siguiente, Miho se percató que la Piraña habia desaparecido de la pecera. No habia saltado fuera, puesto que el cuerpo inerte del pez no estaba cerca de la mesa. Era algo inexplicable. Ni siquiera habia coladeras por donde hubiera podido caer.

Miho salió al jardin para refrescar su mente un poco. A lo mejor la piraña estaba ahi, pero ella no se acaba de despertar y no la habia visto. Al salir, Miho vió parada enmedio del jardin una mujer cubierta por una gaza blanca. Derrepente, la mujer dio la vuelta y se dirigió hacia donde estaba parada Miho. La muejr misteriosa era un poco morena, con los ojos negros y el cabello hasta la cintura. Al estar muy cerca de Miho, le sonrió y le dijo:

-Ai Shiteru, Miho...

Y la besó ligeramente.

Miho la tomó en sus brazos y la besó tambien. Le era claro que habia pasado con la piraña...