Hoy como una noche más me despido,
de tu recuerdo, los besos, nuestra sangre, la euforia.
Que son como pájaros de fuego que encienden en su vuelo,
mis venas, palpitantes, queman cada arteria con tu memoria, de latidos un duelo.
Estremecer es poco, volar es insuficiente,
pues toda mi vida, mi cuerpo enciendes.
Y me quemo rápido y lento, en cenizas me convierto
y como el ave fénix me levanto, dispuesto a quemarme vivo,
hasta que mi corazón aguante, hasta que acabe este concierto de suspiros húmedos y besos abundantes.
Tener tu cuerpo sobre el mío, el placer abundante.
Daría mi vida por tener tu piel y tu rostro tocar
por favor en este segundo, te quiero volver a besar.
Hazme tuyo como en viejos tiempos
soy sincero, a ti me entrego, a tus caricias voy al encuentro.
Dame tu mano, juntos vamos a volar
mi vida, por siempre, con fuerza, pasión y alma te voy a amar. |