Extraño el indolente bostezo de la cama deshecha, donde mis ojos húmedos de vida, caminaron tu piel fatigando mi bestia sin ley. Hoy, apoyo los sonidos sobre almohada infinita y azul, oigo violines de hierbas tu voz. Escondo en sábanas blancas tu sombra visceral y creo.-
Texto agregado el 26-01-2008, y leído por 119 visitantes. (2 votos)