Del Amor Equivocado y otros Males.
♪♪ Vi pasar una Veguera,
vi pasar una Veguera...
Cholita, pero más linda
Que un día de Primavera.♪♪
Popular Marinera Peruana.
Con Jorge Vado estuvimos Floreciendo en el Hotel Opt Gar --- donde trabajaba Teresita, la del Salto del Tigre --- esta es una costumbre pagana que se celebra solo en Trujillo Capital de la Primavera como se auto titula la ciudad, no he encontrado otro lugar en donde se haga, a pesar que en cada país en donde he estado siempre hubo un pueblo que clamaba propiedad de la Primavera, la idea es que pasas la noche bebiendo, comiendo y cometiendo excesos la noche anterior al primer día de primavera... que es cuando empieza el Festival de Marinera Norteña que es un concurso donde van los mejores bailarines de Marinera del mundo y casi siempre gana una Chiclayana, en esa magna oportunidad se desempolvan las momias, se invita a las once mil vírgenes que siempre van, Diputados y Cenadores del Departamento llegan trayendo amigos y rivales, santos y pecadores se mezclan en el coliseo y afirman las malas lenguas que asiste hasta Maria Santísima disfrazada de china norteña, pues como dice otra Marinera.
♪♪En Trujillo nació Dios,
la Virgen Maria en Ascope,
San José nació en Chocope
Y en Laredo nací yo. ♪♪
En esta celebración, como en las fiestas Parisienses de Luis XIV --- donde todos llevaban antifaz --- era lícito coquetearte y si lo querías y podías, cometer un adulterio, amor libre o como lo llames... que en buena cuenta es lo mismo, te hace más facial tirarte un polvo sin importancia.
Con Jorge habíamos estado comiendo con dos chicas, amigas de él y carne nueva para mí, para hacer corta la historia después de la comida las llevamos a bailar a una Discoteca de Las Palmeras del Golf, que estaba en toda moda --- yo te he contado como bailo el bolero y toda esa vaina de hacérselo sentir, para que ella sepa lo que estas buscando --- ella sintió mis intenciones, les gustaron y se pego a mi torso mientras yo lo movía al compás de la música... sentí sus senos presionando mi pecho y la temperatura empezó a subir, para hacer mas notorio el instrumento, yo metí mi pierna derecha entre sus piernas y sentí un bulto raro he inexplicable en mi corto entender, que de inmediato trajo a mi memoria lo pasado con Roberto, el porteño de mis años mozos.
Tiempo atrás
Era un Domingo de miércoles… la noche anterior había estado con el cholo Becerra, Alberto y los cadetes en una fiesta de rompe y raja en Bella Vista, baile como un descosido pero al final no ligue con ninguna nueva chica, me desperté a la hora del almuerzo --- como ahora ya no trabajaba en el Jockey Club --- no tenia nada que hacer... talvez un cine, en la cuadra once de Garzón, a la vuelta del Bar y Billares Tropical el Cine Teatro Opera, ofrecía la película “OK Nerón” con Totó, tenia muy buenas referencias de ella, mi hermana Carmen la había visto y contó que en una escena aparecen 20 chicas con los senos al aire y eso era de mi predilección, la película era vieja, de la Época del Realismo Italiano --- La película “Ladrones de Bicicletas” de Vittorio de Sica había batido record de taquilla --- ir a pararme como un idiota frente a la casa de Fressia, no tenia ningún sentido despues de mi fracaso al no hablarle en la Plaza San José, mi decisión fue ir a conversar con los amigos, comprar un paquete de cigarrillos Importados --- ya trabajaba en la IBM --- y tomar un café en el Bar.
A esa hora el bar estaba vació, Roberto -- el dueño, Argentino… porteño que me enseño todo el lunfardo que yo se -- como siempre se encontraba tras de la barra… pero no estaba ninguno de los amigos de siempre
- Roberto, dame un cortadito.
- También un paquete de Camel Le pedí.
- ¿Che Arturo... podes prestarme una Luca por un par de días? Me pregunto trayéndome el café.
- Tengo que comprarle un regalo a una mina, que es un quilombo.
- Si te quedas un rato te la presento, prometió venir a tomar un trago.
Como podía negarme, si Roberto me había fiado en mis momentos de insolvencia, si el Bar estaba casi frente a mi casa y este hijo de la gran siete era mi consejero amoroso --- Yo le había contado todas las que me hizo Fressia.
- Te hago un cheque, ahora mismo. Saque mi libro de cheques y escribí; 9 de Noviembre de 1958 --- Roberto Yetatore --- Un mil soles de oro --- y firmé.
- Gracias che, te lo devuelvo el Sábado, sin faltar.
Estábamos hablando de Fútbol, por joder a Roberto que era hincha del River, yo glorificaba al San Lorenzo cuando en realidad no me importaba un carajó el fútbol Argentino... cuando ingreso la amazona --- ¡que a Roberto le gustaban grandes! --- mas alta que yo, muy pintarrajeada para mi gusto, vestida recatadamente... pero una real hembra de cuerpo esbelto y musculoso.
- Carlota... este es mi amigo Arturo.
- Tanto gusto.
- Los amigos de mi Roberto son mis amigos. Y me estrecho la mano de manera floja, con los dedos dormidos, clásicamente femenina.
La conversación... intrascendente, Roberto demostraba abiertamente que estaba hecho un boludo por la mina; llegaron más clientes y Roberto tuvo que atenderlos, Carlota empezó a usar su encanto femenino conmigo... pero era de Roberto y me parecía demasiado mujer --- mejor dicho exageradamente mujer --- para evitar cojudeces me fui al cine.
El Viernes el Bar permaneció cerrado todo el día, tuve que comprar mis cigarrillos en el Bar y Bodega Rolo de la cuadra nueve de Garzón, DiTolla me dijo que Roberto salio temprano con una mujer alta --- ella sin la menor duda.
El Sábado muy temprano Roberto se despertó en casa de Carlota, después de una noche tormentosa de Sexo y alcohol, le dolía la cabeza por los estragos de la curda nocturna, Carlota estaba encerrada en el baño, Roberto recorrió toda la sala, el comedor y la cocina buscando un Mejoral, una Aspirina o cualquier cosa para calmar el dolor... al hacerlo se percato que en toda la casa habían muchas fotografías de un mismo tipo muy bien plantado y le entraron celos creyendo que seria un amante actual.
- ¿Carlota quien mierda es este gil, que esta en todas las fotos de tu casa? Pregunto en el paroxismo de sus celos abriendo la puerta del baño.
Carlota se estaba afeitando todo el cuerpo ante el espejo, volteo, le mando un beso volado y respondió.
-Amorcito... soy yo antes de la operación.
Cuando al medio día Roberto abrió el bar y empezó a barrer la calle, cruce la pista curioso de su aventura con Carlota.
- ¿Y como te fue pibe? Pregunte a Roberto que era realmente cincuentón.
- Esperaté que te traigo la guita. Se le notaba taciturno, entro al Bar... yo lo seguí, abrió la caja y me entrego diez ferrocarriles (1).
- ¿No estuviste con Carlota ayer? Le pregunte cagándome de curiosidad.
- La puta que la parió... no quiero hablar de ella.
Después me entere del desaguisado.
Ante la duda generada por el bulto, mis intenciones fláccidamente se fueron al agua y les cague la noche del florecimiento a todos, cuando me regrese caminando al Hotel.
(1) Billete de cien soles.
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