Amantes del círculo obsesivo
Que nunca termina,
amantes del invierno infinito
donde ya no deja de llover,
amantes herederos de mil heridas
de corazones embalados,
amantes sin propósito de serlo
sin conciencia de hacer daño,
amantes que se abrazan al aire
y aun creen que los versos ayudan a vivir.
Amantes escondidos en la penumbra de la vergüenza,
amantes que no hubo tiempo para saber perdonar,
amantes que viajaron y se enfrentaron
a los leones del destino con los ojos cerrados
y las manos atadas, con el pecho herido y gritando,
amantes que fueron el principio del deseo más bello,
amantes que tan solo recogen el desperdicio
de la asesina memoria que no cesa en el engaño.
Amantes que inventaron historias
en ausencia de un querer,
amantes que nacen de la tempestad
y alzan sus velas mirando al norte,
amantes que no sabia que amar era sufrir,
amantes que aun siguen sin vivir lo que bien se merecen,
amantes que aun perduran en los pasillos grises
de un mundo de locos que ya no les pertenece,
amantes de sonrisa truncada,
malabaristas que ya no les quedan
ningún comodín para arrebatarle
a la vida un segundo de paz,
amantes que aterrados ante las miserias de su interior
escaparon sin el previo aviso que precisa un abrazo,
amantes de metal oxidados soñadores sin razón,
amantes de piano a media noche que juraron nunca olvidar,
amantes que sin ser dueños poseyeron
la dulzura de las noches azules de verano
Amantes que en vosotros la incomprensión no existe,
amantes que de vosotros nace la esperanza de mil posibles,
amantes que todo os hace daño, que siempre llegáis tarde,
amantes que rompen cadenas, que curan recuerdos,
Amantes, amantes…
que lo sois todo y nada a la vez
Amates.
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