Dando tumbos contra las paredes de la caverna tratando de tocar esas piedras luminosas para dar con el camino de regreso a la superficie, con relativo éxito. Miro mi reloj horario y solo han pasado 10 minutos de mi cuenta; por suerte tengo un cilindro extra , lo que hace que me tranquilice, pero la oscuridad y el no saber a donde me lleva la corriente marítima, me preocupan.
¿Qué pasa? Estoy siendo atacado ¿Tiburones? Tres veces me han raspado el traje y en una he sentido como garras que me aferran de un hombro. ¿Garras? La luz de la linterna es tenue y solo veo sombras que me están rodeando. Ahora si vi claramente; me protejo el visor y trato de que no me alcancen la manguera de aire del acualung. Saco el cuchillo y veo a dos figuras que se acercan. Mi asombro me deja casi paralizado, son como seres humanos, pero sus manos terminan en garras como de felinos y su expresión en el rostro es maligna, sus ojos indican matar..matar.
No puedo creerlo, son sirenas esas de los dibujos de marinos. Con largas cabelleras y la mitad de sus cuerpos son de peces con aletas al final de una cola.
Se me vienen encima. Una me agarra y clava sus uñas en mi brazo izquierdo. Giro el cuerpo y le clavo el cuchillo en la garganta soltando mi brazo y huyendo con una especie de rugido. La otra queda paralizada mirándome entre odio y miedo.
La caverna comienza a iluminarse. Ahora veo todo mi entorno y muy al fondo se ven como ventanas iluminadas. Ahora me están rodeando infinidad de delfines, empujándome mordiéndome suavemente como pastoreando a las ovejas. Así me sentía como una oveja que llevaban a su redil.
Agotado por la tensión y las agresiones sufridas y casi por desmayo ya que la sal del agua entraba en mi herida de mi brazo y estaba perdiendo sangre. Cuando resuena una voz en mis oídos: ¡Ven acércate a la luz! rápido para verte; y con un suspiro, si se puede decir suspiro bajo el agua, fui nadando hacia la luz de las ventanas.
Se abrió una puerta y una luz intensa me iluminó y una figura que vi. Tenía piernas y brazos, lo cual me tranquilizó, y me hacía señas que entrara, alzando una mano como para decirme que me quedara quieto y tranquilo. Eso hice y vi como la puerta se cerraba y el agua se escurría por el piso.
Pensé otra película de ciencia ficción. ¿Cómo fui a dar a aquí? y caí al suelo yéndome en un desmayo hasta el fondo de mi mente, pensando de esta no salgo con vida.
Despierto de un salto mi mano derecha se engarrota buscando el imaginario cuchillo. Me veo a mi mismo acostado en un lecho suave y tibio y como Dios me echo al mundo, encima de la cama, sin traje; eso sí ya no me dolía el hombro ni el brazo que observé con cuidado. La herida estaba totalmente cicatrizada y sin dolor.
En ese instante entran tres figuras que paso a detallar. Una era una mujer muy hermosa; presumí que era la que me había hablado ¿Hablado? Pero si yo no llevaba ningún sistema de audífonos. Esperé a que ellos lo hicieran. Los otros dos eran, me imagino hombres, todos vestían apretados trajes de algo como metálico, pero se veían cómodos y relajados.
Uno de ellos me dijo mirándome fijo pero sereno ¿Quién eres tu? Ella que después la describiré más en detalle, mirando al que me había interrogado. ¡Espera Alción! Dile que nos comunicamos con la mente. Yo ya me había incorporado y buscaba desesperadamente mi vestimenta.
Ella sonrió y trayéndome uno de esos trajes, mirándome mientras su voz resonaba suave y cadenciosa en mi cerebro. No temas, nada te pasará. El llamado Alción, volvió con su pregunta.
Terminé de vestirme y me acerque y los tres retrocedieron y aquel que me había interrogado me dijo ¡Detente ahí! Ya veo pensé, soy el enemigo o el invasor o por lo menos el espía que llegó para destruir su tranquila existencia.
Nomade…?De donde vienen?…¿Quiénes son?..¿Porque están bajo la superficie del mar?
Permítanme continuar ¿Si?
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