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OLORES


Vivo en un quinto piso sin ascensor.
En ocasiones resulta penoso,pero tengo mis compensaciones.
La más importante es la luminosidad maravillosa de los dias soleados,otra,la ausencia de vecinos sobre mí.
Por otra parte,me resultaría absolutamente insoportable vivir aprisionada en un tercer piso.
Tengo algunos años de más que me distancian de la juventud jovial e impaciente que sube las escaleras de tres en tres pensando en cualquier cosa menos en que está subiendo una escalera.
Yo necesito mi tiempo,mis pausas y mis reflexiones sobre lo cotidiano del vivir.
Dificilmente me olvido del terrible ascenso que realizo,y precisamente por vivirlo intensamente me veo forzada a reflexionar sobre las diferentes vibraciones que recibo en forma de olores y sonidos.
A algunos de mis vecinos los tengo retratados,aunque a más de uno no le conozco ni la cara que tiene.
La musica que escuchan o el silencio en el que viven me dice muchas cosas y sobre todo,a determinadas horas,la intensidad olorosa de algunos rellanos es verdaderamente agresiva.
Diría que los tengo retratados por lo que cocinan,por lo que comen,por sus olores.
De algunos de ellos sé más de lo que quisiera.
Sus miserias se evidencian en sus gestos frenéticos al cerrar los mil cerrojos,sus olores rancios de intolerancia al sol y sus guisos de mezquina supervivencia,sin placer,sin color,sin alegría.
Ciertamente la mayoría son anónimos.No emiten sonidos,no producen olores y en los encuentros esporádicos sus caras reflejan temor,desconfianza o falsedad.
Algunos otros son tan evidentes que no tienen ningun interés,como la señora solitaria y neurótica,con olor permanente a coliflor hervida,perrito baboso y feo y absoluta falta de imaginación que,aburrida,otea por la mirilla el movimiento vecinal,intentando encontrar posibles culebrones.
Precisamente son esos vecinos tan evidentes y faltos de interés los que más interés muestran por mÍ, pues sus ojos se desorbitan al tropezar conmigo como si se encontraran con una marciana incomprensible.
Claro que yo vivo en el ultimo piso y ellos no tienen ocasión de oler mis guisos,oir mi musica o escuchar mis risas.Me temo que de mí solo les llegan los gritos tremendos de mis arrebatos de furia,que si no muy frecuentes,los hay,pues viven conmigo dos bestezuelas humanas en edad escolar y una gata.
Eso sí,todo femenino.Y potente.
Es posible que eso les asuste.La ausencia de varon.Creo que a los más intolerantes les debe molestar que siendo sólo mujeres vivamos felices y sonrientes.
Hay personas en mi escalera que viven en negativo,es decir,a peor,mejor.El sufrimiento como base de la existencia.El placer como pecado.
Me disperso.Volvamos a los olores.
El olfato es una cualidad muy interesante que poseemos y que puede producir desde placer hasta rechazo pasando por un monton de sensaciones,además de la evocación de multitud de vivencias.
Esos olores imprecisos pero concretos que nos remiten a la infancia,a aquellas tardes con nuestra madre junto a la radio y la plancha,a la escuela con sus lápices y cuadernos,a aquellos veranos de amores breves e imposibles y tantas otras secuencias rápidas y volátiles.
Pues bien,como decía a propósito de mi escalera,son cinco pisos,a dos puertas por rellano,son diez viviendas.
Se podría decir que eso da para mucha vida y diversidad.Pues no.Mira por donde hay escaso color y sobre todo muy poco olor gratificante.
Por lo que sé,hay variedad en cuestión de edades y circunstancias.Niños no,ese color solo lo proporciono yo.
Quizás otro factor en mi contra.
Tengo que decir que no pienso que los viejos estén acabados y no puedan disfrutar,ya sea de la comida,del sexo o de cualquier actividad placentera,muy al contrario,a medida que se avanza en la edad se pueden y se deben encontrar nuevos matices,allá cada cual segun su imaginación,su satisfacción personal y su aceptación de la muerte ya próxima.
Se puede ser viejo sin necesidad de nietos ni de viajes en autobus a Benidorm,y estar agusto.
Al margen de edades y situaciones hay puertas que no dicen nada o que sugieren rechazo,pero otras que despiertan curiosidad,simpatía o sencillamente algo,alguna sensación,aunque solo sea de vez en cuando.Y eso no está en función de la edad de sus ocupantes.No tiene nada que ver.Hay mucho viejo animoso y optimista,vital,y mucho joven sin armonia,ya muerto.
Lo he visto en mi escalera
Por una parte está la señora neurótica de la coliflor hervida y el serial,ya no radiofónico,ahora televisivo y via digital.
Caso evidente y falto de interés.
Por otra parte y en cuanto a inquilinos ancianos tengo una variante curiosa.
La señora de la puerta cinco vive sola y por su talante se diría que vivir sola a cierta edad no es tan terrible.
Se le vé poco,pero se siente su pulso vital.Al pasar por su puerta se perciben variados olores a especias orientales y una lejana musica magrebí.
Me han dicho,sin yo preguntarlo,que vivió muchos años en algun pais del norte de Africa,donde estuvo casada y parió varios hijos.
Volvió a España sola,separada de su hombre,en unos tiempos en que eso resultaba dificil de llevar.A unos hijos tuvo que dejarlos allí y a los pequeños terminó de criarlos aquí.
Ahora es vieja,está cansada,pero se le vé feliz con ella misma.
Espera,apaciblemente o no,con angustias o sin ellas (eso ella lo sabrá),su final.
Pero como probablemente ha hecho lo que ha considerado que debía hacer,está en paz consigo misma y con los demás,cosa que evidencia su mirada reposada y vivaz,su falta de rencor y de rabia hacia sus vecinos y más aun su manera de conservar su paladar,su olfato y su oido.
En cuanto a su vista,tiene la mirada viva,puede que lea o sencillamente se limite a observar,y en cuanto al tacto,estoy segura de que algun partido le saca.
En cuanto a ancianos,los que quedan son anodinos e invisibles.
Lo más penoso resulta ser la pareja de viejos que se gritan despiadadamente haciendo honor a un odio que presumiblemente arrastran desde hace demasiados años.
Los demás,ni cuecen coliflor ni guisan con canela en rama.
No oigo ni la radio ni una sencilla conversación.Prefiero no pensar en su vacío inmenso y desolado.
Hay viejos,muchos,que se limitan a esperar la muerte,cuando lo que en realidad les pide el cuerpo es un suicidio.
Cuando la vida se le convierte a uno en un lamento,hay que reivindicar el derecho a desaparecer.
En cuanto a los jóvenes de la escalera ¡que tristeza!,la mayoría solo dan portazos,no saludan,y la musica que escuchan es ruidosa y estridente,una invitación al frívolo desenfreno y una ausencia total de tranquilidad y reflexión.
Son descaradamente guapos y bien alimentados,insultantemente altos,ofensivamente vanidosos y desagradablemente maleducados.
Además sólo comen hamburguesas y bebidas enlatadas.Van al gimnasio y se rien de manera escandalosa.
Pero que no cunda el pánico.La juventud no está perdida.No todos son así,aunque sí los más.
En mi escalera hay varios pisos alquilados por jóvenes.Solo uno me resulta interesante.Y,cosa curiosa,lo habita una mujer.
La chica de la puerta siete vive sola.
La tengo más cerca y en algunas ocasiones me llega su música,porque,como yo,aunque habitualmente es cuidadosa con el volumen,hay veces que el sol mañanero de un sábado o la euforia puntual de cualquier circunstancia personal pueden hacer necesaria una canción a máximo volumen.
Y su música me resulta razonable,hay variaciones y matices,muestran estados de ánimo y de actividades diversificadas.
En cuanto a la cocina,todos hemos sido jóvenes y hay que ser comprensiva y tolerante.
Entiendo que tiene necesidades y placeres más inmediatos y tiempos le llegarán para descubrir los alicientes de la buena comida.
Un punto positivo es que a veces tiene invitados y entonces,como acontecimiento,cocina,y no sé qué hace,pero huele bien.
Así es,entre la vieja de la puerta cinco,la joven de la puerta siete,y yo que viviendo en la puerta nueve estoy en un estadío intermedio,me siento bien en mi escalera.
Podemos prescindir de los demás,que sólo miran,y casi siempre mal.
Pero no crean que he hecho amistad con ellas.No.No quiero amarlas,ni quiero decepcionarme o decepcionarlas.
Nos limitamos las tres a mirarnos con una maravillosa complicidad las raras veces que coincidimos abriendo el buzón.
Susana Muñoz ..febrero 1999.



Texto agregado el 24-01-2008, y leído por 138 visitantes. (10 votos)


Lectores Opinan
25-01-2008 Buena narración vale la pena leerla. Sus 5* lovecraft
24-01-2008 Felicidades, queria decir ...jajaja :) Besos! vigia
24-01-2008 Tienes un estilo realista y una vision de la vida muy cromatica. Me gusta el enfoque que le has dado al texto relacionando olores con actitudes. Un planteamiento ingenioso y un texto muy interesante. Falicidades! ] vigia
 
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