En una ciudad como tantas, donde el fuego abrazador del verano pareciera derretir hasta el mismísimo cemento.
Entrada la noche,
APAGON.

La sombras lo cubren todo, la oscuridad y la falta de aire renovado hace que se nublen los sentidos, que el aire esté enviciado opaque la razón y promueva aún más los delirios en la atormentada mente de Roxana, la llamada loca del 9º “B”.

Un piso más arriba habita otro ser extraño, taciturno, melancólico, oscuro como la misma noche, sin amigos, sin que nadie que lo viste, quizás solo sus recuerdos sean su única compañía,. Julio es su nombre apodado el solitario de 10 “B”.

En quince años compartiendo un espacio, jamás se cruzaron, jamás se encontraron en una reunión de consorcio, reuniones de la cuales no participan, se limitan al pago de las expensas. No utilizan el ascensor por miedo a cruzar una mirada con algún vecino.

Visto a la distancia tenían más cosas en común que el común de la gente, pero como sus vidas contenían secretos celosamente guardados, hasta esa noche en que la ciudad quedó a oscuras como sus vidas.

Entrada la medianoche y con ya cuatro horas sin luz, los pasos de Julio retumbaban en el departamento de Roxana, acostumbrada al silencio, esos pasos hacían estallar su cabeza. Tomó el escobillón y con el palo, comenzó a golpear en el techo como para acallar los ruidos que provocaban los pasos compulsivos de Julio.
El se sintió vigilado, descubierto, y se puso en cuclillas en un rincón de la habitación, afinando el oído hasta que se aquietaron los golpes que Roxana profería a su piso.

Roxana respiró aliviada, pero en su aspiración tragó el aire caliente de su cuarto y sintió que le quemaba la garganta, que le incendiaba las mismísimas entrañas. Se desesperó, fue hacia el cuarto de baño intentando en vano darse un baño para refrescar ese fuego, habían también cortado el agua. Comenzó a temblar, un temblor que la recorría de pies a cabeza, su cuerpo convulsionado, tiritaba, un sudor frío comenzó a bajar por su espalda, se cubrió con una manta y se asomó al balcón...
Cuanto tiempo hacía que no se asomaba al balcón? Quizás ahora escondida por la oscuridad de la noche se sintió protegida, pero no podía dejar de temblar. Miró hacia el cielo, se detuvo en una estrella. Poco a poco fue recobrando la compostura, los espasmos eran cada vez más leves.

Julio permanecía en su rincón inmóvil en la misma posición, atento a los ruidos que se generaban a su alrededor. Se acostó en el piso en posición fetal, llevó su pulgar hacia la boca, y comenzó a llorar, en silencio con angustia contenida, las lágrimas recorrían los surcos de su cara como agua entre las márgenes de un río, sólo que sus aguas eran muy cálidas demasiado y sentía que le quemaban el rostro. Se incorporó dirigiéndose hacia el baño para mojarse la cara y notó que no había agua, se desesperó sintió sus lágrimas como ácido que penetraba en su piel y corrió hacia el balcón en busca de una brisa que alivie su dolor.
Cuanto hacía que no salía al balcón? Miró hacia el cielo, se detuvo en una estrella. Y la tenue brisa lo acarició encontrando a sus lágrimas y permitiéndole sentirse reconfortado.

De pronto un ruido lo impulsó a mirar hacia la calle, y allí se encontró con la misma estrella reflejada en los ojos de Roxana, quien no apartó la mirada del firmamento.
Quedaron extasiados, sin comprender que ambos estaban observándose el uno al otro, sólo el brillo de la estrella los unía.


Yo me encontraba en el edificio de enfrente en el piso número once con mi prismáticos observando las estrellas y mi vista se desvió hacia una haz luz que provenía de los balcones mencionados, sentí curiosidad porque no comprendía que era semejante alo luminoso. Y ante mi asombro y perplejidad vi como dos seres de luz se elevaban al cielo envueltos en un arco iris multicolor. Pensé que el calor y el agobio estaban trastornado mis sentidos, pero no podía dejar de ver esa imagen parecían ángeles en vuelo al cielo.

De pronto la oscuridad volvió a apoderase de mis prismáticos y volví a enfocar las estrellas, me detuve en una que parecía titilar con más fuerza, con más brillo, sentí que eso que me causó asombro estaba contenido en ella.

Volvió la luz como a las seis de la mañana, me dirigí hacia el baño y afortunadamente ya había agua. Después de un baño reparador, me entregué a los brazos de Morfeo (el aire acondicionado daba el clima justo para un benefactor sueño ).

Unas insistentes sirenas y el griterío de la chusma me despertaron, salí al balcón y ví como los bomberos trasladaban un par de cuerpos del edificio de enfrente.
Calcé mis vaqueros, una remera, y mis ojotas y bajé de puro curioso para ver que había sucedido. Una vez en la calle los vecinos y y el portero me informaron lo que acontecía. Hablaban casi en simultáneo y yo destilaba las palabras, las descomponía las armaba...y las relacionaba con lo que mis ojos y mi corazón habían visto y sentido esa madrugada.

- Si!!! La loca del 9º y el solitario del 10º, eran amantes!!! – vociferaba una vecina en forma de cotorreo.
- No me diga Leonor, y tan oculto lo tenían? – la viuda del primero haciéndose la distraída.
- Realmente no entiendo como pudieron, que degeneramiento!!! en nuestras propias narices!!! - decía el chupacirios del cuarto piso.
- Usted vio en el estado que los encontraron? – la voz inquisidora de una joven mamá – que vergüenza no sabía como hacer para que mi hija no mire, justamente salíamos juntas al balcón que dá con el de la loca, y nos encontramos con semejante escena. que asco!!!
- que es tan vergonzoso?, que causa tanto estupor? – pregunté en forma algo violenta.
- Por Dios mi´jito – saltó el chupacirios – usted no se enteró de nada?, los encontraron totalmente desnudos...
- Más que eso estaban manteniendo...estemmmm...- la viuda avergonzada no encontraba las palabras...- estemmmm- - bajando la voz – relaciones, estaban manteniendo relaciones.
- Y?, - dije yo de forma sorpresiva – no estaban en su casa?, no eran un hombre y una mujer?, pero porque murieron?, no saben que les pasó?
- Que poca moral la suya señor – dijo la joven mamá – como se nota que no tiene hijos, y que no tuvo que pasar por el momento que viví yo.
- Yo poca moral?, disculpe señora que es lo que la asusta tanto como engendró a su hija?
- Válgame Dios!!!, las cosa que hay que oír.
- Que tiene que ver Dios en todo esto?, en tal caso porque no le pregunta a Dios que les pasó? En vez de estar vociferando en contra de la pareja...
- Que pareja!!! Estaban enfermos!!! Y quizás se la pasaban haciendo esas asquerosidades a la vista de todos, pero Dios castiga...

No hablé más, ni escuché más nada, me fui a mi departamento, me saqué la ropa y volví a la camita, abracé la almohada y no sé si fue un sueño, pero volví a ver aquellos seres de luz en viaje a la estrella, y de ahí me sonreían felices.