QUIZÁS NOS JUSTIFIQUE A TODOS
(Poética del guazuncho embalsamado)


Menos mal que está usted ahora los muebles
ya están hartos de escucharme decía

que la poesía ha de abrirse paso a las trompadas
patear morder romperse el tórax la nariz los codos
la poesía
ha de nadar y nadar contra una pesada corriente
para hacerse un lugar en este pueblo estrecho y agobiante
que se traga todo y lo mastica todo
con sus tardes calurosas
con su manera de decir siempre de lo mismo
de hacer siempre lo mismo
en cada casa
en cada silleta de la verdea en cada sombra del balneario
en cada generación/
la poesía
ha de pelear contra la marca de la hojota en el pie
la mugre en las uñas
los estómagos que todos los días se tiñen de verde
contra el hambre y las garrapatas de los perros en las calles
contra toda esa gente que eligió matarse
y que nadie se pone a recordarlos por ejemplo los miércoles a la tarde
o los lunes a las diez de la mañana/
este pueblo
es una enorme rueda de carreta
que compacta el barro a su paso

y sin embargo la poesía
siempre encuentra una grieta por ahí
del lugar más insólito a veces brota
la poesía emerge a veces
créame
del almohadón del sofá con excremento de pajarito
del arbolito de navidad inclinado y viejo en un rincón del living
que su mamá se obstina en armar cada año
con cada vez menos adornos que poner y cada vez menos
gente a quien le importe si al menos
pudiera demostrarle esto que digo
que la poesía hasta puede surgir de mí
de este guazuncho que soy yo
absurdo y mal embalsamado
que lo mira
a usted que escribe en su cuaderno esta pavada
esto que intento decirle/
que la poesía
encuentra siempre el modo de salir ganando y eso
quizás
nos justifique a todos.


27 de enero de 2008