(Sobre esas sombras
que sobre la noche duermen
se recuesta la luna).

Amado, también hoy en lontananza
ha muerto el sol y
han renacido en lo alto las estrellas.
¿no es acaso hermosa
la luna?

Amado, Jamás mis manos
en tus manos han dormido,
y tus ojos jamás mis ojos han besado,
acaso haya oído tu voz,
y acaso, con desilución,
la mía has oído. pero
en nada disminuye el sueño,
el sueño no muere, Amado,
ante lo que no es.
crece como la sombra crece
cuando muere el dia.
crece como la luna
y permanece como el cielo.

no hay ahora luz, lo sé,
y cubre la sombra esta mitad del mundo,
tan profundo llega, Amado,
que aún mi corazón está ennegrecido,
que aún mi corazón está en penumbra.

Duerme recostada sobre el concreto urbano
la noche,
entanto sueñan los hombres
y aman las mujeres.
duerme la sombra en la ciudad
y todo se queda en silencio,
se cierran las tiendas
y ya nada ofrecen en la calle
los vendedores,Amado...
Es la noche,
la noche que opaca,
la noche que apaga
el brillo del día e incendia el fuego en la luna
y los corazones que pasean
por la calle en espera de algo...
ha muerto, en lontananza, también
hoy el día, y la noche
sobre esta mitad del mundo ha caído en profundo sueño.

Hay sombra en el corazón,
sobre la ciudad hay sombra,
¿qué hay, Amado, pegado a tu corazón?
hablas de luz cuando hablamos,
de sombras hablas cuando me hablas.
Piensa, Amado, en esa luna que crece y decrece
sin cesar,
cada noche, toda noche,
y piensa en mí...
Son mis alegrías la luna...

Hay sombra en la ciudad
y solitarios caminan
por las calles los hombres solitarios...

Resurge el sueño.
Tu voz revive en el sueño.