Cuando, el tuvo la edad suficiente, para saber apreciar la belleza de la existencia de la mujer, cuando el miro por primera vez con ojos de deseo a una mujer, con ganas de unir sus labios con los de ella, con ganas de abrazarla y sentir su cuerpo junto al suyo, para cuando el llego a ese momento mágico de su vida, se vio rodeado de mujeres, de labios, de piernas, senos, de sonrisas y de miradas empañadas por tanto sentimiento, vivió, en su mundo banal, de lujuria y sentimientos huecos, por algún tiempo, hasta que la conoció a ella, su mujer ideal, la que siempre soñó, quiso y deseó. Ella vivió en su mundo de desenfreno, bañada en lujuria y vestida siempre de sensualidad, nunca supo verdaderamente quien fue su primer amor, y hasta aquel día nunca supo con certeza si había conocido el amor, todo hasta ese día, ese extraño día, en que su vida cambio, cuando ella se decidió a cambiarle la vida a él, quien de manera casi imperceptible, estaba cambiando la suya, lenta pero radicalmente, desde ese extraño día, en que él se decidió a cambiarle la vida a ella. Y quizá por esta extraña coincidencia, aquel extraño día se convirtió, en el que seria hasta el fin de sus días, el día mas feliz y extraño de sus vidas, en el primer y último día, el último día antes del amor y el primero después de este, por que el amor es extraño, pero cuando aparece en tu vida, te hace sentir extrañamente lleno de felicidad. |