Una noche de mayo,
perfumaba yo a la luna,
con señales de humo,
de un cigarrillo constante,
mientras saboreaba el ácido sabor a fruta,
de una cursi botella de vodka…
Y allí estábamos todos,
la botella, el cigarrillo y yo,
bajo la mirada quieta,
de una noche americana,
donde las estrellas son bandera,
y estas líneas su composición…
Y Arjona le ponía melodía a los minutos,
comprando un café,
pensando en un caribe en nueva york,
si el norte fuera el sur,
y todo,
sin daño a terceros…
La botella baja su nivel,
y el cigarrillo se consume en su ardor,
y la noche me abraza en llantos,
en risas, en dilemas,
mientras repito en mi mente,
como aquel coro constante,
“juro por mi, que solo fui por un café”,
…pero te vi…
Galop./
25/5/07
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